Seguimos con el tema del embarazo adolescente.

La salud sexual del adolescente ha cobrado  importancia, desde la mirada de  la salud pública y de que la familia es la unidad básica de la sociedad encargada del desarrollo físico y emocional de sus miembros; así, diversos estudios señalan que el apoyo familiar influye en la toma de decisiones de los jóvenes incluyendo las prácticas sexuales y el autocuidado al realizarlas.

Un estudio realizado en la Uady (Hideyo Noguchi, 2014) a 79 adolescentes rurales de entre 15 y 19 años, para conocer la relación entre el funcionamiento familiar y las prácticas sexuales de riesgo, mostró que el 72 % tenía un buen ambiente familiar y el 28 % restante refirió vivir en un ambiente familiar disfuncional.

El 60 % reconoció ya haber tenido prácticas sexuales, algunos de ellos en el rango de 10 a 13 años iniciaron actividad sexual.

De ellos, el 57 % señaló haber usado condón y al relacionarlo con la funcionalidad familiar 44 % tenía un ambiente familiar funcional.

Algunos dijeron usar otros métodos para prevenir el embarazo y los menos ninguno. Aunque pocos, algunos ya habían tenido más de una pareja. La presencia de relaciones sexuales bajo influencia del alcohol se reportó en un 55 %. Hubo asociación entre función familiar y edad de inicio de vida sexual.

Asimismo una buena función familiar se asoció al uso de preservativo durante la primera relación sexual.
Sin duda alguna, la familia tiene un papel importante en la vida de los individuos y esto incluye, al parecer, la presencia o ausencia de prácticas sexuales de riesgo, por ello, los programas para el ejercicio de una sexualidad responsable deben incluir a los padres y madres de familia, ¿no cree?

Feliz domingo.