La voluntad ciudadana ha sido respetada al descartar impugnaciones, pese a los amagues de la dirigencia nacional priista, que sí las pedían. Las dudas quedaron en mito. Aunque hubo denuncias de ambas partes, la victoria del ahora gobernador virtual, Carlos Joaquín González, fue contundente, como se requería para evitar suspicacias.

¿Querían equidad de género? Se avanza mucho. En cinco de los 11 municipios gobernarán mujeres: Solidaridad, Cozumel, Tulum, Puerto Morelos y Felipe Carrillo Puerto. En Cozumel (“la isla de los gobernadores”) y Carrillo Puerto (“la capital maya”), por vez primera mandarán las damas. Mención especial merece Puerto Morelos, recientemente elevado al rango y debutando con ellas a la cabeza. 

¿Querían equilibrio político? Desde septiembre, cuando asumirá, el nuevo mandatario deberá gobernar con un Congreso y ocho ayuntamientos en manos de priistas y sus aliados.

Será interesante la relación con ese otro poder, del cual emanan leyes y presupuestos. Ojalá eso no entrampe lo necesario para progresar en temas que benefician a todos o una mayoría. 

Referencia especial amerita Benito Juárez, el municipio de mayor peso político, geográfico y económico, ya para Remberto Estrada Barba, del Verde Ecologista, un partido que consolida su estructura y estrategia. Basta saber que no sólo ganó esta presidencia, también la de Puerto Morelos, así como las diputaciones que correspondieron a Tyara Schleske y Ana Patricia Peralta.

¿Cómo queda el PAN? Es la primera fuerza. Acción Nacional resurge con fuerza, más por Joaquín que por sus aciertos, aunque a nivel país se ve reflejada una presencia más potente al obtener siete de las 12 gubernaturas en juego, ya que antes su mayor avance en una sola elección habían sido apenas tres. 

Su líder nacional, Ricardo Anaya, se mete de lleno en la pelea por la candidatura a la presidencia de la república. La disputa palmo a palmo con el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, y Margarita Zavala, la ex primera dama de México. La medición de fuerzas en ese instituto está más viva que nunca tras estos resultados favorables.

En tanto, el PRD tiene la oportunidad de transformarse: estaba en añicos antes de los comicios y su renacer no ocurre de la noche a la mañana. Hay grupos y liderazgos visibles que pueden ostentar ese compromiso, como las Beristain, con capacidad para enarbolarlo.

¿Cómo queda el PRI? Ni tan maltrecho en el ámbito local por lo antes expuesto, aunque indudablemente deberá reinventarse. En anteriores entregas redacté en torno a la necesidad de reformarse debido al descrédito y la mala imagen. Se habla del “efecto Peña” para intentar explicar el tropiezo a escala. Hay quienes tienen bastante capital político: el mismo Mauricio Góngora, Paul Carrillo, José Luis Toledo, por mencionar algunos. ¿Dejarán perder eso? No lo creo.

Su presidente nacional, Manlio Fabio Beltrones, había declarado que afuera de su oficina puso el letrero “Prohibido pensar en 2018”. Esa consigna va en serio para él. Lo de Manlio es un fracaso que podría costarle más que la aspiración; en tal sentido, tomarán fuerza los perfiles de aquellos con mejores opciones: Eruviel Ávila, Miguel Ángel Osorio Chong, Aurelio Nuño o Luis Videgaray.

¿Cómo quedan los otros? Nueva Alianza está con riesgo de perder el registro al lograr una pésima cifra: 5 mil 443 votos en la de gobernador. Ni comparado con los 41 mil del PVEM o los casi 120 mil del PRI. Los del magisterio se habían comprometido a conseguir unos 30 mil, pero el maltrato a los docentes no se olvidó. En peligro también están Movimiento Ciudadano y el Partido del Trabajo.

Cuando se quiere, se puede. Sin la rebelión que algunos fomentaban, la gente cambió una realidad que a muchos no gustaba. Eso puede trasladarse a otros campos del desarrollo.