Cómo involucrar al turista en la sustentabilidad en 5 sencillos pasos

Probablemente (y muy extrañamente) uno de los stakeholders o grupos de interés que se dejan de lado en el tema de la sustentabilidad...

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Probablemente (y muy extrañamente) uno de los stakeholders o grupos de interés que se dejan de lado en el tema de la sustentabilidad, son los turistas. Y aseguro que es extraño porque finalmente nuestro consumidor final es el que disfruta de nuestros productos, el que viaja a nuestros destinos, el que genera empleos en el sector y quien finalmente nos recomienda, o no. 

Gobiernos, empresas, fundaciones, organizaciones, asociaciones y muchos otros actores del sector turismo han entendido que la sustentabilidad es un asunto importante. Hemos logrado que las políticas públicas tengan una alineación con los criterios internacionales de sustentabilidad, que las empresas logren implementar sistemas de gestión ambiental y conseguir certificaciones de sustentabilidad o de responsabilidad social, que se generen desde la sociedad civil programas para conservar los ecosistemas o abatir los rezagos que genera la propia actividad, pero poco hemos avanzado en involucrar al turista de forma más específica en adoptar la sustentabilidad durante su viaje. Hace unos días escuchaba decir a Verónica Gómez, directora para las Américas de la Organización Internacional de Turismo Social, que hoy el turista busca “sentido y contenido” en sus viajes, y eso hay que tomarlo en cuenta.

Y aún cuando existen algunos programas exitosos de comunicación y de vinculación de los turistas con iniciativas ambientales o sociales, el trabajo para generar un verdadero compromiso del turista con la sustentabilidad se queda corto. ¿Ustedes se imaginan cuantos de los más de 9 millones de turistas que visitaron Quintana Roo en 2014, o de los más de 14 millones que llegaron al Aeropuerto Internacional de Cancún, participaron en programas ambientales o sociales? La respuesta no la tenemos.

Las razones para involucrar al turista en estas acciones son varias, aunque serán objeto de otro artículo; sólo quiero recordar que está más que demostrado que la sustentabilidad vende y genera valor de marca. Hoy me centraré en el cómo lograr que el turistas se involucre, y cuáles son los pasos para hacerlo.

Primero, preguntado y escuchando al turista. Muchas empresas y gobiernos miden el perfil y la satisfacción del turista pero rara vez le preguntan sus expectativas o necesidades en materia de sustentabilidad, y la investigación de mercados es clave para el diseño de actividades y productos.

Segundo, es necesario traducir nuestras acciones ambientales a contenido interesante para el turista. Tal vez no le importa el dato de cuántos litros por segundo se ahorran con un sistema de mejora, o cuántas toneladas de residuos se reciclan, pero sí es seguro que le interesará saber que sus acciones contribuyen con el planeta o las comunidades que visitan, con información sencilla y fácil de entender.

Tercero, es necesario educar al turista. Seguramente muchos de ellos tienen cierta conciencia de la problemática global en temas de medio ambiente y sociedad, pero no conocen de los problemas locales. Existe una falsa idea de que no debemos decirle al turista cuantas toneladas de CO2 genera su viaje, o cuál es el impacto de su consumo en los sitios turísticos, y nada más alejado de la realidad. Entre más información tenga el turista, más se comprometerá con las actividades que le propongamos.

Cuarto, generar actividades sencillas en las que se pueda involucrar, que sean vivenciales y que le generen una experiencia qué contar. Las tendencias del último informe de Conde Nast Traveler indican claramente que el turista ya no se conforma con tomar un buen vino, sino que le interesa participar en el proceso, le gusta más convertirse en un explorador que solamente visitar un espacio natural, no sólo quiere hacer una donación sino conocer a la comunidad a la que van sus recursos.

Quinto, dar las herramientas para que comunique las experiencias que ha vivido. Las redes sociales abren una gran posibilidad no sólo de que el turista muestre el lugar que visita, y lo bien que la pasa, sino también abre un mundo nuevo para que él y sus “amigos” y/o seguidores, puedan aprender, concientizarse e involucrarse no sólo con la problemática local, sino con la empresa o marca que está contribuyendo con acciones claras y puntuales a conservar el medio ambiente donde desarrolla sus actividades, y mejorar la vida de las comunidades locales.

Ustedes, ¿qué experiencias conocen en nuestros destinos y empresas que hayan logrado generar estos vínculos con el turista?

Me gustaría leer sus comentarios.

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