El sector hotelero de Cozumel está creciendo. Según datos de la Asociación de Hoteles, ésta la integran 20 recintos cuya oferta es de 3 mil 300 habitaciones, en su mayoría de cadenas con presencia en las zonas norte y sur de la isla. El año pasado se registró un incremento de 7 puntos en la ocupación, comparado con 2013, alcanzando un 65 por ciento promedio durante el año, lo que da cuenta de esa fortaleza.

Pero también está creciendo el sector informal, el que no paga impuestos, representado en condominios, departamentos, casas y villas sin registro ante esta instancia, el cual podría tener más de 3 mil cuartos; es decir, una cantidad similar -o incluso superior- a la ofrecida por los centros de hospedaje de la agrupación. 

De ser correcta esta estimación de la propia Asociación de Hoteles, son evasores de impuestos municipales, estatales y federales, que si bien significan una oferta turística y laboral, no contribuyen en los esfuerzos generalizados de promoción en favor del destino.
Recientemente la Dirección Municipal de Ingresos reportó las cantidades “reales” de hoteles, cifras de las que carece la Dirección de Turismo y que se basan en las licencias de funcionamiento obligatorias de índole municipal. De acuerdo con Ingresos, el total de hoteles asciende a 68, con 5 mil 437 habitaciones disponibles de entre 2 y 5 estrellas. De estos hoteles, 31 se encuentran en zonas costeras, norte, sur y zona oriental, y 37 en el centro o en la periferia.

Tendríamos así más de 2 mil habitaciones sin registro en la Asociación de Hoteles, dentro del municipio y cuya ocupación no ha sido considerada en las estadísticas generales. En tanto, la situación de cuartos, departamentos o casas en renta para el turismo es peor y las autoridades no tienen conocimiento claro de ello.

La misma Dirección de Ingresos cuenta únicamente con 15 establecimientos registrados con 80 cuartos disponibles; es decir, se tiene debidamente registrado y en funcionamiento apenas el 2.4 por ciento del cálculo sobre los espacios que funcionarían de manera ilegal o fungen como competencia desleal para el sector hotelero.

Se trata de una situación complicada al no contar con un órgano o dependencia encargada de esclarecer una cantidad real de sitios ofrecidos en páginas de internet, anuncios en medios especializados o directamente en espacios públicos.

Lo ideal sería establecer un padrón de estos lugares para sumarlos al pago de impuestos, pues así dejan de representar un peligro latente al prestarles asistencia legal y en materia de seguridad, ya que éstos no siempre cuentan con licencia de funcionamiento ni están certificados por Protección Civil o Ecología.

Aunado a ello, se integrarían al grupo que paga el 3 por ciento correspondiente y destinado a la promoción turística. Esto es importante por lo explicado al inicio del texto: la promoción, que deviene en ocupación hotelera y, por tanto, en más ganancias.

Las autoridades municipales, el Gobierno del Estado y el Fideicomiso de la Riviera Maya y Cozumel han emprendido una serie de iniciativas para aumentar el turismo de pernocta, sin olvidar a la industria de cruceros, que es la de excelencia: sólo en 2014 la isla recibió mil 110 embarcaciones con más de 3 millones 800 mil pasajeros.

Los turisteros y las autoridades de todos los niveles tienen mejores esperanzas de crecimiento durante el 2015, y esto no sólo se debe a la hotelería organizada, sino también a la competencia desleal. Aun así, hay que regular lo indebido por el bien y la seguridad de todos.