Como se ha mencionado en columnas anteriores, la apertura de los mercados, las relaciones comerciales con el exterior y la inversión extranjera en México obligan a los comerciantes a adaptarse a los cambios que derivados de estos actos se presenten. 

Uno de los temas que hoy están en su punto medular y se le está dando difusión en los medios de comunicación es la competencia económica, tema que es muy controversial para las autoridades y difícil de hacerlo entender a los mismos comerciantes. 

Como su nombre lo dice, la competencia económica viene a regular las prácticas leales entre empresarios buscando que en el medio no se perfeccionen prácticas monopólicas  y de ello se deriven prácticas desleales entre los comerciantes para que uno de ellos obtenga un lucro o beneficio mayor que otros empresarios y/o comerciantes. 

Pero hablar de competencia económica no sólo es centrarse en los comerciantes, también es voltear a ver a las autoridades y exigirles que conozcan el tema, preguntarles qué tan bien preparados se encuentran con respecto a la competencia económica, ya que la mayoría de los actos de las empresas al final tiene que ver con esa actividad. 

Hago un llamado a todas las autoridades a que conozcan de este tema así como le den la importancia que esta rama se merece para que pueda aplicarse y cumplir con su función.