El concepto está en boga desde hace tiempo aunque tomó fuerza por la transición con alternancia en Quintana Roo. Pero la transparencia ha sido un “tema país”, que no sólo incumbe a quienes participan activamente en política o en asuntos públicos: la sociedad ha sido, probablemente, la promotora principal de su auge. 

Recientemente se instaló la polémica en torno a si fue desaparición o transformación administrativa lo ocurrido con el ente local del ramo. Las versiones son opuestas. La oficial -del gobierno estatal en funciones- argumenta su modificación respondiendo a un mandato legal superior, mientras que las otras, desmienten y condenan.   

Ese debate revivió el interés por la transparencia, la rendición de cuentas y el derecho de acceso a la información; sobre todo, concitó el interés de quienes gobernarán próximamente y, por tanto, los que deben comprometerse en darles vida a dichos términos garantizando su desarrollo. Por ahora hay gratas señales. 

Por ejemplo, Cynthia Dehesa Guzmán, enlace del Programa de Transparencia y Anticorrupción del equipo de transición del gobernador electo, Carlos Joaquín González, sostuvo: “Vamos a establecer los mecanismos para dar certeza a la ciudadanía, para que ejerza su derecho a la información. Esto es prioritario. Necesitamos contrapesos dentro del gobierno”. 

Al respecto, y en sintonía con la también directora general de Ciudadanos por la Transparencia y promotora de la “Ley 3 de 3” en el estado, la diputada electa, Laura Beristain, aseguró que los diputados del PRD y el PAN aspiran al diálogo permanente con los gobernados a través de herramientas idóneas. “Si no las hay, habrá que legislar al respecto”, enfatizó. 

En tanto, Cristina Torres, presidenta electa de Solidaridad, afirmó que durante los foros ciudadanos “Que Hable Solidaridad” la temática principal es transparencia y buen gobierno porque “si estamos transitando a terrenos que intentan soslayar la obligación que tienen los gobiernos para actuar con transparencia, nos estamos equivocando. Nosotros ofreceremos un nuevo marco para fortalecerlos”. 

¿Para qué necesitamos transparencia con rendición de cuentas? No sólo para contener a los funcionarios en sus acciones, también para robustecer la confianza ciudadana, generar una sociedad mejor informada y ejercer nuestros derechos más responsablemente, en un contexto en que lo político pierde prestigio. 

Un esquema de rendición de cuentas tiene tres ejes básicos, imposibles de eludir: la obligación de los servidores públicos de informar; la necesidad -de ellos mismos- de justificar frente a los gobernados, y la posibilidad de la sanción si hay violación a sus deberes. 

El tópico de la transparencia en la actividad política se prolonga a las actividades de la administración y, en general, al acumulado de poderes públicos. Debe estar presente en todas las actividades, de lo contrario, de poco servirá.  

Después de todo y considerando lo del párrafo anterior, no deben perder de vista que las misiones son que los ciudadanos se involucren en las actividades gubernamentales, haya un 

clima más confiable, se reduzcan las asimetrías originadas por privilegios informativos y mejore el proceso de toma de decisiones, entre otras. 

Desorbitado 

En Cancún son detenidas 71 personas al día, en promedio, debido a faltas administrativas. Entre las principales infracciones cometidas figuran “ingerir bebidas embriagantes en vía pública” y “ebrio escandaloso”, según estadísticas de la Secretaría Municipal de Seguridad Pública y Tránsito, publicadas por Novedades. 

Es difícil avanzar hacia mejores estados de progreso cuando malos hábitos, mañas y vicios no son corregidos, en casa, por los protagonistas (o los tutores) de estas historietas.