Es triste ver cuando existen empresarios prepotentes, pero más triste es cuando aquel empresario exitoso del presente el día de ayer no tenía nada más que un proyecto y muchos sueños por cumplir.

En ocasiones la vida a unos les da los triunfos demasiado rápido, tan rápido que ni siquiera son capaces de asimilar el éxito; esta es una de las razones por las cuales de un día para otro son personas groseras y prepotentes, creen que lo pueden todo o, como lo decimos comúnmente: alzan los pies de la tierra. 

Les comparto que no hay nada más satisfactorio que disfrutar el éxito y las victorias con humildad y siendo el mismo que eras cuando no tenías nada. Tratando igual a la gente que te apoyó cuando tus planes sólo eran papeles y deseos, no olvidarte que lo material no deja de ser algo pasajero y que nunca va a venir a llenar un vacío que tenga que ser cubierto por lo emocional. 

Muchas personas confunden el éxito con el poder o, mucho peor, las personas sólo quieren éxito por el poder que les da sobre los demás. Si eres de estas personas aún estás a tiempo de cambiar, establecer tus objetivos y disfrutar tus éxitos con la humildad y sencillez de antes y que te valores por quien eres no por lo que tienes.