Todo líder en una empresa debe conocer desde el primer tornillo hasta el último remache, pasando por los empleados, la pieza más fundamental de cualquier negocio.

Son pocos los jefes o dueños de empresas que conviven con su personal, sólo se limitan a delegar funciones a los departamentos de Recursos Humanos, empezando con esto a crear espacios de vacios profesionales. Conocer al personal es de las cosas más importantes dentro de una empresa, ya que así se pueden identificar factores que pudieran crear, en un futuro, problemas con el servicio que se presta o fragmentar los departamentos internos de su negocio.

El interesarse en el personal, demuestra cuán importante son para el dueño de la empresa, lo que genera un sentimiento de apego de los empleados hacia la industria, mejorando con esto el compromiso que tienen para dar la mejor imagen posible, así como a aspirar a un servicio de excelencia.

“Trata a tus empleados como quieres que estos traten al mejor de tus clientes”, con esa sinergia, una empresa puede despegar en todos los sentidos, ya que de esta forma se crea un círculo virtuoso, donde todos ganan.

Es precisamente esa constante la que a la larga, permite un flujo de comunicación y evita que en la empresa existan empleados que por un mal servicio, pueden cerrar la puerta de clientes potenciales.

Perder clientes no es un lujo que las empresas pueden darse hoy en día, y sin embargo, muchos empresarios culpan al mercado, a las bajas económicas o a los clientes incluso, sin darse cuenta que muchas de esas pérdidas, se dan por una falta de comunicación interna y un desconocimiento de su personal.

El tamaño de la empresa y el número de empleados, por muchos que sean, no es un pretexto para no tener un acercamiento con ellos, lo principal, es demostrar a los trabajadores que, el dueño, se preocupa por su personal, ya que este es el motor que le genera ganancias, y por ello, debe tener consideración hacia ellos.

Existen infinidad de actividades para ello, si se trata de una empresa pequeña, se pueden realizar convivios mensuales, o incluso, si hay un área de comida, el dueño puede comer con ellos por lo menos dos veces a la semana, demostrando su interés por conocerlos.

En el caso de empresas de mediado o gran tamaño, esta actividad se puede mudar a actividades mensuales como excursiones o reuniones, donde los empleados puedan acudir con su familia, esto para crear una armonía entre el trabajo y el hogar, ya que muchas veces, el estrés en las relaciones personales de los empleados, los llevan a dar un mal servicio, lo que ocasiona pérdida de clientes y por ende, de ganancias potenciales.