Consumatum est

¿Qué es justo y qué no? Difícil saberlo y definirlo.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

 

¿Qué es justo y qué no? Difícil saberlo y definirlo. La justicia depende de los valores de una sociedad y de las creencias individuales de cada persona; por eso suele decirse que donde no hay justicia no puede haber derecho, aunque, en términos generales, será aquella serie de reglas y de normas que estipulan un escenario satisfactorio en lo concerniente a las relaciones entre los individuos entre sí y entre éstos con las instituciones.
 
Y es que casi todo lo expuesto como argumento en torno a la detención de la ex alcaldesa de Tulum, Edith Mendoza Pino, es cierto. Que se robó más de 42 millones de pesos del erario, cierto; o bueno, eso asegura el órgano Superior de Fiscalización de Quintana Roo. Que existe la causa penal 332/2012 que la mantiene presa, cierto.
 
Que está loca, con amnesia y que los partidos opositores se aprovechan de su enfermedad, cierto; o bueno, eso asegura el presidente del PRI, Pedro Flota Alcocer. Y cito sus declaraciones para evitar confusión.
 
“Qué pena que haya partidos de oposición que se aprovechen de la seria afectación de las facultades mentales de Edith Mendoza Pino, y simulen respaldarla”. Lamentablemente, la locura y la amnesia se apoderaron de Edith”. Que utilizó la fuerza pública como su brazo ejecutor y en contra de sus detractores y enemigos políticos, cierto. Que viajó al extranjero con sus seres queridos y familiares, cierto. Que fue impuesta en el cargo, cierto.
 
Que amenazó a más de un político con ventilar sus vidas privadas y tormentosas, cierto. Que mando encarcelar a periodistas, cierto. Que existen más cómplices en el delito de peculado, cierto Que van ir tras ellos, cierto. Sin embargo surgen las interrogantes: ¿Por qué a una loca, conspiradora y algo más, la dejaron gobernar uno de los municipios más jóvenes del estado?
 
¿Por qué hacer una faramalla legislativa con el famoso juicio político, que hoy pasa a segundo, tercero, o último plano? ¿Por qué hasta ahora salen a decir varios políticos que Edith Mendoza es uno de los peores lastres que ha tenido su partido? ¿Por qué hasta ahora se dan cuenta que una simple secretaria pasó a ser una mujer acaudalada? ¿Por qué le permitieron llegar tan lejos? ¿Por qué tanto brinco, estando el piso planito?
 
Y ahora surgen los quienes: ¿Quién pidió la sábana (término coloquial entre policías para pedir el registro de las llamadas telefónicas de Edith) de los días cercanos de su detención? ¿Quién mandó sustraer y desaparecer cada uno de los mensajes comprometedores de algunos políticos que alertaban de su inminente detención? ¿Quién desapareció unas horas el teléfono para extraer la información que comprometía y exponía como traidores a más de uno?
 
¿Quién fue el responsable de este desastre político en la imagen del priísmo en Quintana Roo? ¿Quién impuso a esta mujer en el cargo más elevado de Tulum? ¿Quién la propuso como la mejor opción del priísmo en ese ayuntamiento? ¿Quiénes disfrutaron de los favores y  beneficios de la alcaldesa? ¿Quién se atreverá a defender a esta mujer? ¿Quién es el siguiente en caer en manos de la justicia?
 
Y enseguida surgen los dónde: ¿Dónde acabaron los documentos reveladores que daría a conocer la ex alcaldesa? ¿Dónde están las pruebas que decía tener para comprobar su inocencia? ¿Dónde quedaron sus seguidores y correligionarios que se desgarraban las medias por ella?
 
Y surgen los cuántos: ¿Cuántos se aprovecharán de la mujer para hacer escarnio y llevarla como bandera de campaña? ¿Cuántos presidentes municipales estarían en las mismas condiciones que Edith Mendoza?
 
¿Cuántos alcaldes han visto las arcas como un botín personal? ¿Cuántos presidentes  municipales estarán temblando al darse cuenta que Quintana Roo castiga a los bandidos? ¿Cuántos continuarán diciendo que Edith es inocente? ¿Cuántos presidentes municipales más pudieran correr la suerte de esta mujer? ¿Cuándo les llega la hora? Consumatum est.

Lo más leído

skeleton





skeleton