En los últimos años, diferentes estudios han señalado que ante el aumento en la sobrevida de las personas viviendo con VIH/sida, el panorama epidemiológico ha cambiado y así aquellas personas que se infectaron en la juventud o adultez temprana están llegando a esta etapa de adulto mayor.

En 2009, se reportó que, en Estados Unidos,los adultos de 50 años o más en 2006 cuentan para el 10 % de las nuevas infecciones, 21 % de diagnósticos de sida entre 2006 y 2007 y el 28 % en 2007.

Blanco (2008) señala que en España una persona de 50 años es el nuevo retrato de la epidemia y que el diagnóstico del VIH se realiza de manera tardía, porque no se piensa en esta posibilidad y la sintomatología no se reconoce.

Al respecto hay que señalar que los nuevos diagnósticos se relacionan con las relaciones sexuales sin protección.

Se señala que el hecho de no ser considerados como vulnerables y la creencia de que son asexuados retrasan el diagnóstico, además de que no usan condón, ya que la anticoncepción no es una prioridad, y en los varones las dificultades de la respuesta eréctil pueden pasar a primer plano, situación que puede verse influida por la presencia de otras enfermedades como diabetes.

Los cambios hormonales hacen la mucosa vaginal de las mujeres más frágil a infecciones incluyendo el VIH.

En México, (Censida 2014) las personas de 50 o más años viviendo con VIH/sida cuentan para el 20.5 % a nivel nacional y en Yucatán representan el 16.5 %.

Es importante considerar que hablar sobre el VIH con los adultos mayores es una oportunidad para un diagnóstico temprano y mayor sobre vida y también para la próxima semana.

Continuará...