¿Cuántas veces hemos escuchado el refrán: El ojo del amo engorda al caballo? Sin embargo, a pesar de eso, no le tomamos la importancia al control interno que debe existir en nuestra empresa y seguimos creyendo que la supervisión directa es la única herramienta que nos puede ayudar a ser más eficientes. 

Pero, entre otras cosas, el implementar sistemas de control interno en la empresa nos permite realizar otras tareas y seguir avanzando, sabiendo siempre qué tipo de reporte o datos relevantes solicitar para poder tomar mejores decisiones y poder medir y evaluar los resultados, objetivos y metas cumplidas.

Tomando en cuenta que nuestro tiempo vale mucho y buscando siempre ser eficiente, te comparto 5 puntos a controlar que son claves para el desempeño de la empresa:

1.- Al personal.-  Desde la puntualidad y el desempeño, hasta la firma de compromisos. El perfil y descripción de los puestos, el talento humano, los valores éticos y morales. Esto permitirá que tengas a las personas adecuadas en los puestos adecuados. 

2.-Confiabilidad de la información.- Tanto financiera como contable y administrativa. Los reportes o informes generados en la empresa nos sirven para tomar decisiones. Procura que esta información sea generada en forma oportuna.

3.- Uso de los recursos.- Tanto los financieros como los humanos, los recursos deben ser siempre utilizados en forma óptima. Tenemos que aprovechar al máximo cada recurso de la empresa y utilizarlo en la forma correcta.

4.- Cumplimiento de objetivos.- No podemos dejar de medir el logro de los objetivos y las metas, pues eso nos va guiando a lograr el resultado requerido o a cambiar el rumbo y la estrategia planteados para cumplirlos.

5.- Revisión de procesos y procedimientos.- La importancia del cumplir la mecánica de los procesos y procedimientos siempre será parámetro para cumplir los objetivos y metas, incluso para las disposiciones legales. 

El incumplimiento de cualquiera de los puntos anteriores nos acarrea costos adicionales elevados que pueden terminar por comerse nuestra utilidad, y, en casos más severos, nuestro capital. Podrás no estar físicamente en tu empresa, pero nunca dejes de analizar lo antes mencionado, porque no olvides que control de lejos… felices los tres.