Las Vegas. Conforme más lo pienso, más me impacta el valor social de la tecnología. Todos los aparatos que uno ve en el Consumer Electronics Show de esta ciudad parecen estar diseñados con un anhelo común: hacer accesibles las oportunidades, los contenidos, la información y el poder a más gente. Esa accesibilidad no la dan los gobernantes ni los grandes empresarios. La tecnología sí.

Un ejemplo de accesibilidad con carácter social que se observa aquí es el Evolution Kit que presentó Samsung. ¿Por qué? Porque se trata de un “cartucho” que se inserta detrás de la pantalla y que permite actualizar de manera instantánea tanto el hardware como el software del televisor.

Recuérdese que para las clases populares mexicanas resulta compleja la decisión de adquirir una pantalla. Es casi patrimonial. Mírense las filas en el Buen Fin para comprobarlo.

De tal suerte, siendo la pantalla uno de los “centros neurálgicos” de la vida familiar moderna en la sociedad mexicana, resultaba, hasta cierto punto, cruel que cada año aparecieran nuevos modelos de televisores que exigían a cada familia salir a comprar el aparato más novedoso… o experimentar frustración.

El Evolution Kit costará alrededor de ocho o diez por ciento del precio de la pantalla, y será suficiente para actualizar todas las funciones de movilidad a dos manos frente al televisor; así como las recomendaciones individualizadas y la categorización de los contenidos que en 2013 serán el estándar.

En total justicia, hay que decir que es casi labor social la que hace Samsung al lanzar un producto que por la décima parte del precio de la pantalla permite al consumidor tener lo último en tecnología aunque haya comprado el televisor años atrás. Es lo que se denomina “Timeless Tv”. Este “cartucho” estará disponible en México en cosa de tres meses.

Existiendo los aparatos, lo demás es tarea del usuario, que queda responsable de la generación del contenido. Pero en eso sí que estamos atrasados. La tecnología ya está disponible en cámaras que son teléfonos; en televisores que te hablan; en laptops que se convierten en tabletas instantáneamente. ¿Están los usuarios a la altura para subirse a la revolución de los contenidos? Mmm.