Costurar y bordar

El vocablo maya para bordar (kulpiil) cayó en desuso hace varias décadas; (derivado de kul, copo de algodón o lana, y piil, devanar o embollar hilo sobre algo). Actualmente se usa chuuy como genérico.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Un barbarismo de uso muy común en Yucatán es costurar por coser, derivado natural de costura. No aparece registrado en el Diccionario de la Real Academia Española ni en ningún otro diccionario de americanismos ni mexicanismos. Nadie dice de otra manera. Al no pronunciarse la “ce” a la manera castellana, hay una natural confusión entre coser y cocer y  “costurar” acaba con el problema.

Aunque también podría ser influencia de la maya, ya que la voz chuuy significa tanto el verbo “coser” como el sustantivo “costura” (labor que está cosiéndose y se halla sin acabar): ¿Táan waa chuuy? (¿Estás cosiendo?); Tene’ kin ch’a’ik chuuy (Lit. Yo agarro costura) es decir que trabaja en labores de costura en el hogar. ¿Tu’ux tin p’ataj in chuuy? (¿Dónde habré dejado mi costura?). A la costurera o mujer que cose se le denomina ix chuuy, y al varón dedicado a la costura o sastrería, ah chuuy nook’.

El vocablo maya para bordar (kulpiil) cayó en desuso hace varias décadas; (derivado de kul, copo de algodón o lana, y piil, devanar o embollar hilo sobre algo). Actualmente se usa chuuy como genérico. Empero, habría que distinguir entre costurar y bordar, pues son dos labores distintas. 

En Yucatán existen bordadoras de oficio: las que bordan a mano con puntadas en forma de equis, técnica mejor conocida como xookbi-chuuy (del maya xook, contar, cuenta, –bil, morfema relacional, y chuuy, costurar, bordar) con ayuda de aro, canevá, hilos de algodón (k’uuch) y aguja de mano (púuts’il k’ab); y aquellas que bordan con máquina de coser de pedal o eléctrica. Las técnicas de bordado difieren si son a mano (chuyk’ab) o a máquina.

Entre las primeras figuran el julbilchuuy, xmolnikte’ o manikte’, xulpúuts’ y deshilado. Las técnicas de bordado a máquina son el calado, renacimiento, rejilla, but’bilchuuy, matizado y de sombra.

Antes de la introducción de las máquinas de coser a fines del siglo XIX, la ropa por lo general se confeccionaba en casa con agujas de mano.

Según don Víctor Suárez Molina, en 1900 existían 479 sastrerías en todo el Estado, la mayoría establecidas en Mérida y contaban con cortadores expertos traídos de Cuba y España.

Aunque la máquina de coser se comienza a usar domésticamente a principios del siglo XX, es hasta mediados de ese siglo que se fue generalizando su uso. En la actualidad existe toda una industria del bordado para hipiles, ternos y ropa típica.

Lo más leído

skeleton





skeleton