Creer para lograr

Cuando podemos pedir algo en fe es porque sabemos y aceptamos que no estamos solos en lo que emprendemos.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

“… al que cree, todo le es posible” Sn. Marcos 9: 23-24           

Creer en uno mismo es fundamental. Si no crees en ti mism@ nadie más lo hará. La fe es una fuerza espiritual básica. De la fe viene una fuerza reflexiva de nuestro estado personal de ser. De la fe proviene el sentido de destino, de propósito y de logro. La fe puede enfocarse hacia Dios y/o hacia las personas. El tener fe en Dios, en uno y en los otros es una parte vital de ser y de reconocerse miembro de la humanidad y creatura de Dios. 

Cuando podemos pedir algo en fe es porque sabemos y aceptamos que no estamos solos en lo que emprendemos. Saber que la fuerza de Dios está acompañándonos y que aun en los momentos más obscuros nos escucha. Hablar con Dios de una manera abierta, honesta, acerca de lo que traemos en la mente y en el corazón, da una paz y una calma que es verdaderamente impresionante por su poder, claridad y bienestar.

Para superar los temores y encontrar la decisión y el coraje para ser quienes somos y saber que somos dignos de lograr lo deseado es indispensable la fe. Las personas somos fundamentalmente buenas. Preferimos hacer lo que es correcto, pero a veces, sin que sea justificación, por las presiones de la vida diaria, perdemos de vista nuestros valores básicos y seguimos caminos equivocados.  Hay dos factores de motivación para “el logro” en la vida de cualquier persona: 

1) Procurarse un beneficio como amor, seguridad, aceptación, éxito, bienes materiales, riqueza, apariencia física, salud, espiritualidad, intimidad con Dios y/o con una persona, etc. 

2) Temor a la pérdida de algún bien, principalmente  de la vida, etc., etc. 

Cada quien tiene una serie de valores y prioridades distintas; sin embargo, todos somos seres espirituales pasando por una experiencia humana y allí es donde radica nuestra grandeza y el impulso natural a buscar el bien. Hay que estar en sintonía con lo infinito y centrarse en el flujo universal de todo lo bueno y constataremos que somos capaces de todas las cosas con tal de que tengamos fe. YO PUEDO es el “ábrete sésamo” de todos los logros. 

Con esta actitud mental se activa la motivación, el compromiso, la confianza y la concentración, que se relacionan directamente con el máximo rendimiento. Así es como la vida se disminuye o se expande. Un carácter recio, para ser personas íntegras, es indispensable para inspirar confianza. Recordemos que el carácter es algo que se gana, no está a la venta en ninguna parte.

¡Ánimo! hay que aprender a vivir.

Lo más leído

skeleton





skeleton