Crítica y teatro

Hoy cualquiera abre un blog y hace crítica. Perdimos autoridad, antes había un paradigma de autoridad.

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Gracias a la gentileza de la Coordinación Nacional de teatro, a Juan Meliá y César Tapia, asistí a la XXXIV Muestra nacional de teatro. La muestra, además de armar un mapa teatral del país, ofrece una serie de actividades que contribuyen al buen devenir del teatro mexicano. Comparto una charla sobre crítica y teatro:

Carlos Gil: Los medios han desertado de su compromiso con la cultura. A los críticos cada vez nos dan menos espacio. Ahora hay blogs donde uno puede ejercer la crítica detalladamente, imposible colgar eso en un medio impreso.

Pero así se debe hacer la crítica, con antecedentes y como se debe analizar las puestas en escena. La mayoría de los críticos fusilan el programa de mano. Es imposible que un solo individuo pueda entender todos los elementos significantes de la puesta en escena. La crítica forma parte del suceso teatral. La explosión en los medios digitales desplaza a los críticos serios. Yo analizo exactamente lo que estoy viendo, me ha costado quitarme complejos, soberbia.

A la crítica en general le falta rigor y generosidad. Se está haciendo una crítica forense. No sé si cabe el crítico filósofo. No sé si en 1,600 caracteres podremos hacerlo. 

Jorge Dubatti: El crítico tiene la obligación de armar archivos, generar memoria, registrar la historia. Se ha multiplicado el discurso de la crítica, hay una enorme cantidad de producción. La pauperización de la crítica es gracias a los medios electrónicos, donde el espectador común opina sin usar un lenguaje técnico, cualquier salvaje puede opinar del teatro, a veces sin saber lo que está diciendo. La crítica es una especialización en el periodismo.

Hoy cualquiera abre un blog y hace crítica. Perdimos autoridad, antes había un paradigma de autoridad: Lo que decía el crítico era palabra santa, ahora el público escucha ahí, pregunta por allá y saca una decisión del todo para  ver lo que le interesa.

Si bien la muestra no acoge a todos los teatristas del país, sí es un gran laboratorio teatral donde cada uno elige qué ver, oír y compartir. En ese sentido, sigue siendo un suceso significativo que cada año busca otras formas de pensar la escena y eso es lo que nos falta a muchos teatristas: pensar a favor de la escena y no a favor de nuestro ego o popularidad.

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