CU: multiplicación de los males
Uno de los manifestantes de la UNAM declaró entusiasmado que están dispuestos a ser “reprimidos”.
Se sumó ayer medio centenar de solidarios a los 15 o 20 que tomaron la Torre de Rectoría de la UNAM.
A diferencia de los iniciales, sus refuerzos (incluido el par de vándalos del 1 de diciembre que fueron favorecidos con su excarcelación: Uriel Sandoval y Brayan Reyes) no esconden la cara (algunos están inscritos en el CCH Sur, pero los hay de las facultades de Ciencias, Arquitectura, Ciencias Políticas, Economía, Filosofía y Letras).
Comparada con la población estudiantil de la institución (330 mil 382 alumnos), 70 es una cifra ínfima… que puede seguir incrementándose (con universitarios o no).
Uno de ellos declaró entusiasmado que están dispuestos a ser “reprimidos” (como también los maistros y normalistas rurales coordinados, pues traen avidez de muertitos, porque la victimitis reditúa), pero unas cuantas decenas de policías podrían desalojarlos, virtualmente, con algodones y sin tocarles un pelo.
Pero eso, claro, si las autoridades implicadas actúan antes de que los plantados aumenten en progresión geométrica…