Los 6 mil 315 millones de dólares de utilidad trimestral con los que Pfizer sorprendió ayer al mercado son una muestra fehaciente de que los corporativos estadunidenses están sanos y han entrado en un patrón común que se caracteriza por una acumulación constante de efectivo derivado de una operación cada vez más sana.

Porque vaya que a Pfizer le ha costado trabajo arrojar cifras sólidas y consistentes para saciar el apetito trimestral de Wall Street. No obstante, su ecuación de ingresos y utilidad parece equilibrarse cada vez mejor, gracias a los mercados emergentes y a productos que no dependen de una patente.

Es cierto: la empresa sigue sufriendo por la pérdida de la patente de Lipitor. De hecho, su caída en facturación durante 2012 fue de 9 por ciento en lo que se refiere a productos biofarmacéuticos. No obstante, en productos de salud al consumidor tuvo un brinco de 16 por ciento. Bien.

Pfizer recibió un duro revés en México el año pasado cuando la Comisión Federal de Competencia bloqueó su intención de vender el negocio nutricional de fórmula infantil que le quería comprar Nestlé, a pesar de que las empresas propusieron a la autoridad una serie de condicionamientos para garantizar que no habría prácticas monopólicas ex post a la transacción. Quizá por ello pintó más en el reporte liberado ayer el desempeño notorio y creciente de Brasil, Turquía y China. El impacto financiero por esa venta —que sí se logró en otras partes del mundo— fue cuantioso a nivel corporativo.

Pero Pfizer está más líquida, y eso se nota. La empresa factura de Viagra 553 millones de dólares, de los cuales 88 millones se colocan en los mercados emergentes. Su medicamento más vendido es Lyrica, que sirve para tratar la fibromialgia y el dolor (factura mil 132 millones de dólares). De Prevnar factura 993 millones de dólares. Es una vacuna.

En México el director de Pfizer es el colombiano Francisco Rodríguez. La filial mexicana es la más grande farmacéutica del país, aunque desde hace meses ha enfrentado un tête à tête por el liderato de nuestro mercado contra MSD, luego de que esta última adquirió a Shering Plough. En México invierte en investigación y desarrollo en la fase clínica.