La cueva del Cerro Colorado en Chiapas

Se dice que las personas que han entrado a la cueva menor han visto trastos de color del oro, pero que no se atreven a sacar.

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El Cerro Colorado se encuentra en la Colonia Emiliano Zapata, de Chiapa de Corzo, en el Estado de Chiapas. En las laderas de ese cerro existen dos cuevas, una mayor que la otra. Se dice que las personas que han entrado a la menor han visto trastos de color del oro, pero que no se atreven a sacar. La entrada a la cueva más grande es de difícil acceso porque está en una parte alta y en ella existe una piedra enorme sobre la que se han grabado letras ilegibles y signos extraños. La gente dice que en esta cavidad vive el diablo.

Los habitantes de esta colonia comentan que, en ocasiones, escuchan gritos y llantos espantosos y que muchas veces se ha visto frente a la entrada de la cueva a una mujer prieta.

Se sabe que, hace algún tiempo, un señor ya anciano se atrevió a entrar a la caverna. Ya en el interior sintió temor de que algo le  pasara, pues veía volar muchos murciélagos cerca de él. Aun así, se internó más en la cueva y se encontró con el diablo. Estuvo varios días dentro de la espelunca, mientras su familia lo buscaba por todas partes.

Cuando salió de la gruta se dirigió a su casa y le narró a su familia lo que vivió. Dijo que vio a muchas almas de personas que, en vida, fueron muy ricas. Unas le rascaban la espalda al demonio, en tanto que otras separaban piedras pequeñas de un promontorio de arena mezclada con cal. Además les daban cosas feas para comer.

Esto sucede, según dicen, porque hay personas que venden su alma a Lucifer para ser ricas, pero, terminado el plazo que les imponen, el propio diablo se las lleva, por lo general, en la media noche. Al amanecer, la familia encuentra el cadáver del pariente, pero el alma ya está en compañía del demonio sirviéndole dentro de la cueva.

Este relato fue contado por el señor Glusteín Pozo Champo a César Pineda del Valle y Ana María Rincón Montoya.

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