Cuidado con la novedad política

Al calor del proceso pre electoral aparecen los independientes con la consigna de “ciudadanizar el poder”.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Al calor del proceso pre electoral aparecen los independientes con la consigna de “ciudadanizar el poder”. Una apuesta que no ha convencido en otras fechas ni en otros lugares, salvo excepciones, como la de Manuel Clouthier Carrillo, diputado federal por Sinaloa, o Jaime Rodríguez Calderón, conocido como “El Bronco”, gobernador de Nuevo León. 

Ambos son referentes en el tema, más por condiciones especiales que por convencer con dotes políticos únicos; es decir, han pesado más su carisma, enfrentarse a los poderosos o desplegar un discurso corriente, que una estrategia digna de ser replicada por otros que lo intentan por esa vía. 

Es que, en definitiva, motiva alguien diferente. La prueba está en que durante los últimos años, políticos ajenos a lo común (ex futbolistas, artistas e incluso payasos) han sido promovidos para representar a un grupo no menor de la sociedad. Sin embargo, el riesgo es que sean “títeres” de un partido, o estando en el gobierno prefieran la partidocracia, a la que probablemente pertenecieron en alguna época. La conversión siempre está latente.

En Quintana Roo las intentonas por ciudadanizar la política ha ido de menos a más, aunque sin la fuerza necesaria. En algunos casos ha bastado con hablar distinto para ganar adeptos, porque si hay algo seguro es que los de siempre cada vez convencen menos. De ahí la táctica por presentarse como “ciudadano” o, cuando menos, como “diferente”.

Desde la década pasada ha habido casos ejemplares en Cancún. Primero fue Juan Ignacio García Zalvidea, “El Chacho”, quien bajo las siglas del PVEM (antes fue de otros) gobernó con gran apoyo ciudadano por ser un personaje carismático, dicharachero, simple y directo.  En 2005 fue detenido bajo cargos de peculado por 97 millones de pesos y en comicios recientes ha apoyado al PRI.

El otro fue Gregorio Sánchez Martínez, “Greg”, ex presidente municipal de Benito Juárez, quien administró el municipio abanderado por el PRD. Su personalidad afable no le sirvió de mucho: también terminó en la cárcel acusado por supuestos delitos, peores que los de “Chacho”. 

El más reciente es Antonio Cervera León, “El Pelón”, quien ha brindado una fortaleza antes impensable a Movimiento Ciudadano, logrando porcentajes históricos gracias a su cercanía con el pueblo. Su habilidad ha sido ostentarse como ciudadano. ¿Le alcanzará para más? Está por verse en las elecciones del próximo 5 de junio.

Por momentos, las alianzas o coaliciones han convencido por representar esa novedad que buscan los electores. En el 2010, el PAN y el PRD consiguieron cinco de nueve presidencias municipales y algunos escaños en el Congreso local. Aunque en 2013 se las arrebató el PRI-Verde, el factor “novedad” fue clave para obtener resultados tan favorables.

El problema que han enfrentado es similar al de los independientes: hay miembros en estos institutos que juegan más con el oficialismo que con los suyos, lo cual equivale a una simulación. La gente se desilusiona y los hunde. Así han desaparecido ciertos partidos.

El último tiempo la sorpresa es la mujer. Hoy cobijadas por un andamiaje legal, ellas son –junto con los independientes- lo distinto del proceso. Aun así, nadie les garantiza el sufragio porque pertenecen a partidos, a grupos en particular, y algunas han demostrado velar más por sus intereses que por los de sus representantes. En este sentido, sus pretensiones en torno a la equidad de género, la no violencia, la no discriminación y otras temáticas, no son ganchos tan útiles.

Los candidatos ciudadanos, los independientes de verdad, deben entrarle en serio: hablar de corrupción, impunidad, ideologías opuestas, endeudamientos y pensamientos críticos. Deben presentarse tal cual si en realidad simbolizan una opción válida. Si no lo hacen, no convencerán; peor aún si son auspiciados por cámaras, asociaciones o empresas de alguna forma ligadas al poder.

Lo más leído

skeleton





skeleton