De borracheras y borrachos

En el argot mexicano existe una vasta terminología para denominar dicho “estado inconveniente”.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

En el español estándar existen varios términos para nombrar a una persona que tiene los sentidos perturbados por haber consumido bebidas alcohólicas en exceso: “borracho”, que deriva del catalán morratxa “redoma”, con influencia de botella; y “briago” derivado del latín ebriacus, ebrio. Aunque la Real Academia Española no lo toma como sinónimo, en general se usa el adjetivo “tomado” –del vino o licor–: “Juan toma todos los fines de semana”.

En el argot mexicano existe una vasta terminología para denominar dicho “estado inconveniente”: mamado, chupamaro, adorador de Baco, “pederniz”. Este último, eufemismo de pedo, borracho: “Ayer se agarró un buen pedo”. Si es un borracho rutinario que suele estar tirado en la calle, se le designa con el nahuatlismo teporocho o su apócope “tepo”. Al efecto de beber licor con exceso se dice “agarrar la borrachera”, “agarrar la jarra”, “empinar el codo”; empedarse o mamarse: “Abelardo se mama todos los fines de semana”.

“Guarapeta” es un americanismo, usado en varias regiones del país, que deriva del quechua “guarapo” –bebida alcohólica fermentada de caña de azúcar–: “Tu primo se puso anoche una tremenda guarapeta”. 

En Yucatán, al acto de tomar bebidas alcohólicas, generalmente con el fin de emborracharse, puede denominarse con los vocablos libar, inflar, chumar. Al ebrio o emborrachado se le dice pedo, mamado o chumado. Esta última voz se usa en Centroamérica y en Ecuador y Colombia para nombrar al borracho: “¡Pobre de don Severiano, ayer se chumó, se cayó y se rompió un brazo”.

Hace unas décadas se usó “incróspito” (aunque se oía “incróspido”) voz no reconocida por la RAE, para decir que una persona está embriagada por la bebida.

Aún se escucha ts’éjere, derivado del maya t’séeb, que padece estrabismo, que pone sus ojos bizcos. Se dice así a las personas que han bebido mucho y que ponen sus ojos de esa manera: “Mi tío está bien ts’éjere”. O se usa el mayismo ts’ípiris, voz esdrújula, derivada de ts’ipo, (y ésta a su vez de ts’iip) persona con ojos salientes o exoftálmicos, borracho o semiborracho: “Anoche llegó a su casa bien ts’ipo, aporreándose como xmajaná”; es decir, dando bandazos a uno u otro lado, tal y como hace la mariposa negra en el interior de las casas. Para semiborracho se dice k’as-kala’an, del maya k’as, medio, a medias y kala’an, borracho. “Mi hermano está k’askalaan”. También se usa el hibridismo k’as-pedo, medio pedo o borracho a medias.

Lo más leído

skeleton





skeleton