De golpes, pescozones y bofetadas

En Yucatán se usan varios términos, antiguos o híbridos maya-español, para designar los golpes físicos.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El vocablo golpe lo define el Diccionario del Español Usual en México como: “Encuentro violento y repentino de un cuerpo con otro, accidental o provocado por uno de ellos, y efecto que les produce”. En sentido figurado, es impresión intensa o inesperada:

“La muerte de su hijo fue un duro golpe para ella”. También permite formar diversos conceptos: golpe de suerte/ de calor/ de Estado/ de golpe y porrazo. 

En Yucatán se usan varios términos, antiguos o híbridos maya-español, para designar los golpes físicos, como wask’op, del maya waas, jícara (Crescentia cujete) L. y k’oop, golpe seco dado con los nudillos de los dedos en la cabeza de alguien; pescozón: “Mamá, Gil me dio un wask’op”. Pluralizado es wask’opes. El DRAE define pescozón como “golpe que se da con la mano en el pescuezo o en la cabeza”. También se usa k’oroch’azo, hibridismo del maya k’ool, golpear, lastimar, herir; quizá de ch’a, recibir, tomar más el aumentativo –azo: “Niño, o dejas de chechonear o te doy un k’oroch’azo”.

Hay otros golpes que reciben nombres específicos, dependiendo del objeto con que se propine: chicotazo, azote dado con chicote; cintarazo o fajazo, dado con cinturón; chancletazo, con una chancleta, etc. Aporreón, derivado de aporrear, es golpe que se da una persona contra alguna cosa o que le hace dar a dicha cosa: “Se dio un santo aporreón contra la pared”.

Los castigos corporales se refieren con voces como limpia: nalgadas o azotes dados a los niños cuando se portan mal: “Hoy sí que este niño tiene que llevar su limpia”. También wich’azo (del maya wíich’, hacer vibrar una cosa flexible, jaats’, golpe dado con un instrumento y –azo), azote que deja huella, dado con cinturón o gajo de árbol: “Le dio sus buenos wich’azos”.

Con el hibridismo santo-jats’ (de santo, con exceso y jáats’, azotaina, limpia,) se llamaba a las palizas que propinaban a los criados en las fincas y haciendas henequeneras.

Asimismo se emplea bok’it (del maya book’, acción de batir e iit, trasero, culo), golpe dado con el empeine del pie en las nalgas de otra persona. Se usa con el prefijo despectivo x–: “Le di un xbok’it”. Por extensión también se aplica a la bofetada: “Te voy a dar un xbok’it”. 

La voz lapo, aunque se cree de origen maya, el DRAE dice que es de origen incierto y lo define como bofetada, incluso como cintarazo, latigazo o bastonazo: “¡Mejor cállate o te doy un lapo!”.

Lo más leído

skeleton





skeleton