Los restauranteros tienen otra oportunidad

Durante los últimos días se han difundido los beneficios del cambio de huso horario que se aplicará, por ley, desde abril de 2015...

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Durante los últimos días se han difundido los beneficios del cambio de huso horario que se aplicará, por ley, desde abril de 2015. Esta modificación consolidará la extraordinaria dinámica de turismo registrada las últimas temporadas en Quintana Roo, especialmente en la zona norte. Pese a ello, el sector restaurantero local sigue alejado de esa bonanza, y esta coyuntura de transformación es propicia para revertir la mala racha.

Los restauranteros reportan con frecuencia que la oferta hotelera del sistema “todo incluido”, la falta de campañas eficientes de promoción directa, la espiral inflacionaria por el aumento de los impuestos y la mala preparación son algunas causas de una crisis prolongada.

Pese a todos los acercamientos con los hoteleros, los restauranteros han fracasado en los intentos eficaces para hacer que la gente salga del hotel a comer a establecimientos de la zona turística y sobre todo del centro. 

Pesan dos factores: Por un lado, las recomendaciones proporcionadas a los turistas en los centros de hospedaje están orientadas en favor de los establecimientos que dan comisiones por enviar comensales, y por otro, el 80 por ciento de los turistas ya pagó su comida en el hotel y eso prácticamente impide que tenga gastos adicionales en alimentos.

Los turistas del “todo incluido” son huéspedes y compradores, pero rara vez comensales dispuestos a gastar en antojos. 

La oferta restaurantera local se fue construyendo con base en la cantidad de turistas, pero sin demanda los establecimientos están condenados al cierre definitivo, como se ha visto en las avenidas principales y en algunos sectores que brillaron en ciertas épocas.

Es momento de hacer urgentes ajustes al desarrollo del giro, como poner orden al surgimiento de nuevos restaurantes. Muchos abren, pero muy pronto deben cerrar, debido a que no tienen mercado. Esa caída está relacionada con el incremento al IVA, que aumenta el costo de insumos como el gas, el agua y la luz; peor aún, no pueden subir los precios en las cartas, pues deben competir con restaurantes grandes o cadenas.

Para rescatar el sector es necesario fomentar más la llegada de turismo nacional con el objetivo de alcanzar niveles de dinamismo sostenido todos los meses. Pero parte del problema de bajo dinamismo o de no lograr consolidar un restaurante exitoso es la falta de capacitación del personal, lo cual impide que un cliente tenga una experiencia placentera desde antes de sentarse, que lo motiva a volver o a recomendarlo.

A pesar de ser escasa, existe una interesante oferta gastronómica local capaz de satisfacer paladares exigentes, sean nacionales o extranjeros, aunque falta variedad de preparaciones y personal mejor preparado. 

Un servicio de excelencia debe ser una constante en cualquier tipo de establecimiento, grande o no, y el personal no debe dar un trato dispar cuando sean visitantes nacionales o extranjeros, lo cual es un error que cuesta caro.

Tanto las autoridades del Estado como los turisteros y las agencias prevén un 2015 mejor que este año, cuando ya se han rebasado todos los récords de arribo y ocupación. Por lo tanto, no habrá excusas para que las políticas y los presupuestos no favorezcan al sector restaurantero. 

El nuevo huso horario representa, pues, esa oportunidad ideal para relanzar algunos sectores en desventaja, pero estratégicos, como éste. 

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