De nueva cuenta, Quintana Roo figura en el primer lugar de embarazos no deseados en adolescentes a nivel nacional, y peor aún, existen casos de niñas de entre 13 y 16 años de edad que ya están pasando por la etapa de ser madres.

Al parecer, los esfuerzos titánicos que están realizando las autoridades de los tres niveles de gobierno por reducir los índices de casos en el estado no han tenido el efecto esperado y mucho se debe, según especialistas, a la falta de atención temprana de parte de los padres de familia, quienes por pena, o tal vez por desconocer la manera de hablarles a sus hijos sobre sexualidad, de explorar sus cuerpo y demás, ha ocasionado que los propios infantes por “fuera” conozcan sobre el tema y ahí es cuando se dan casos tan tristes donde se corta de tajo la niñez o juventud, para convertirse a los 15 años de vida en unas madres de familia más.

El año pasado, la entidad cerró con más de cuatro mil 900 embarazos no deseados, lo que nos colocó por tercer año consecutivo en el primer lugar, según cifras del Consejo estatal de Población que encabeza Antonio Baduy Moscoso.

Esta realidad de nuestra sociedad trae consigo una serie de duras medidas que muchas veces tienen que tomar los adolescentes y sus familias, entre ellas, la madre deja de estudiar para cuidad a su bebé, el padre prioriza el trabajo para mantener a su nueva familia y muchas veces hasta la abuela deja su trabajo para apoyar a su hija.

En este sentido, los grupos familiares más vulnerables ingresan en un círculo vicioso, que hace mucho más difícil superar su situación de pobreza, debido a que se ve limitado el desarrollo personal futuro de cada integrante de la familia, lo que conlleva a disponer de bajos ingresos.

La única vía para disminuir el número de embarazos no deseados es realizando cambios de hábitos en la sexualidad y en la utilización de métodos anticonceptivos fiables, en algunos casos, como el preservativo; la solución incluye proporcionar información para que se utilice bien, por eso, el camino, según los expertos, pasa por potenciar la educación sexual en colegios y universidades.

Por lo anterior, hay que hacer un llamado a todos los padres para que conversen con sus hijos sobre este tema, ya que la gran mayoría de los adolescentes que tienen embarazos no deseados dicen que sus familias no hablan con ellos sobre sexualidad ni de prevención de embarazos, y los adolescentes sienten temor y vergüenza de pedir métodos anticonceptivos.

Es verdaderamente alarmante que en un país donde los jóvenes inician su vida sexual a los 14 años no cuenten con la información necesaria para evitar embarazos e infecciones por falta de una educación sexual de calidad y mayor comunicación con sus padres.

Un embarazo no deseado e inesperado es uno de los acontecimientos más estresantes que puede vivir una mujer; ahora bien, dependiendo de su edad, circunstancias personales y familiares, estabilidad o ausencia de pareja y creencias religiosas o filosóficas, puede afrontarlo de una manera u otra. Las razones por las que muchas chicas enfrentan un embarazo no deseado y con frecuencia, un aborto, son variadas, así que aunque pensemos que a nuestra hermana, prima, sobrina o inclusive las hijas no les puede pasar este problema, no está de más que se analice en familia.

El Poder Judicial, en constante actualización

Uno de los poderes del estado que continuamente está buscando la manera de innovar e ir a la par de las nuevas tecnologías es el Poder Judicial del estado, el cual en los últimos años ha implementado novedosos programas para el mejoramiento interno y con ello ofrece un mejor servicio a la población. A principios de mes arrancaron con el programa de georeferenciación a través de GPS instalados en vehículos especiales, que han acortado el tiempo de entrega de notificaciones judiciales.