De reversa, mami...de reserva

Camacho pasó, en menos de 24 horas y un mensaje del presidente Peña Nieto, de celebrar el triunfo de su candidato en Baja California, a reconocer, en los hechos, su derrota.

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Sí tiene quien le escriba, pero no quien le lea. Florestán

El domingo por la tarde César Camacho andaba eufórico en Tijuana. Llamó a los mariachis y, por teléfono, a importantes priistas para informarles del triunfo del PRI en Baja California, que luego celebraría desde el templete:

¡Los ciudadanos bajacalifornianos han optado por el PRI y han decidido mayoritariamente que su próximo gobernador sea Fernando Castro Trenti!

Y los priistas estallaron en aplausos. ¡El PRI había recuperado Baja California un cuarto de siglo después! ¡El mismo estado que Carlos Salinas y Luis Donaldo Colosio (entonces presidente del partido) habían perdido en julio de l989!

Para esa hora, desde algún lugar de la Ciudad de México, se seguía dato a dato, la información real de la votación y veían con claridad que su candidato no ganaba, a pesar de las proclamación de Camacho: el candidato del PAN-PRD, Francisco Vega, iba casi tres puntos arriba, y además el PRI perdía su mayoría en el Congreso local y, por primera vez, Mexicali.

La noche fue complicada y muchos ojos miraron hacia Los Pinos, donde el presidente Peña Nieto fijó su postura a la mañana siguiente, aprovechando un foro sobre compras del gobierno y trazó la línea.

Corresponde a todos los candidatos y partidos políticos acatar la decisión ciudadana expresada en las urnas.

México espera de contendientes y sus seguidores que prevalezca la civilidad y el reconocimiento de los resultados. El gobierno de la República se pronuncia por el respeto a los resultados y a las determinaciones de las autoridades locales.

Y se acabó el cuento de Baja California.

Por la noche salía el mismo presidente del PRI, que en la víspera había declarado la victoria de Castro Trenti, a decir que si los resultados no le eran favorables, los habremos de acatar, si no ganamos el estado; en su momento nos pondremos a trabajar con el gobernador, con Francisco Vega, si esta fuera la decisión de las urnas.

Así, Camacho pasó, en menos de 24 horas y un mensaje del presidente Peña Nieto, de celebrar el triunfo de su candidato en Baja California, a reconocer, en los hechos, su derrota.

retales
1. Huella.
El PRI ya borró de su página la declaración de victoria de César Camacho en Baja California. Que no quede huella, que no, que no; que no quede huella;
2. Solitario. El periodo extraordinario del martes será, por primera vez, sin una de las cámaras: no van los senadores, por diferencias en el endeudamiento de estados y municipios; y
3. Laptops. Es una burla sancionar con mil salarios mínimos diarios, 64 mil pesos, a la empresa que ganó la licitación para vender 240 mil laptops a la SEP y luego no pudo ni cubrir la fianza, lo que me resulta altamente sospechoso, y pasando el contrato al segundo lugar. 

Nos vemos mañana, pero en privado

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