Hace apenas unos días se hizo pública una supuesta red de prostitución en el interior del PRI DF, en donde se contrataban mujeres para, entre otras cosas, satisfacer sexualmente al presidente Cuauhtémoc Gutiérrez. No es tema nuevo, en años anteriores se había dicho algo al respecto pero no hizo tanto eco como ahora.

Yo no puedo olvidar cuando Ivonne Ortega era gobernadora y un diario local publicó algo ofensivo hacia ella.

Inmediatamente salieron los diputados priistas a tomar tribuna para decir que ellos no iban a permitir que a una mujer se le tratara de esa manera. Todos se volvieron defensores de las mujeres y todos fueron, o parecieron, muy enfáticos. La misma Ivonne Ortega ha manejado la bandera de las mujeres, diciendo que lucha y trabaja por ellas y por mejores oportunidades para todas.

Por eso me extraña la reacción a este caso por demás indignante. Pasado el mediodía, más bien en la tarde, el PRI nacional dijo que se le había dado una licencia al señor Gutiérrez mientras se esclarece su caso. Por supuesto acompañaron la declaración del típico mensaje de que nadie está por encima de la ley y de que van a cooperar para que se actúe conforme a derecho.

Yo no se usted, pero a mí me pareció que esa fuerza con la que se defendió a IOP en su momento, por un comentario insidioso, se ha desvanecido ante un caso de prostitución, que me parece más grave, aunque no menos importante. ¿Dónde quedaron los defensores de las mujeres, que no iban a permitir que las lastimaran ni con el pétalo de una rosa y que buscan la igualdad? ¿O en este caso, como son desconocidas, no es tan importante?

Se le dio el beneficio de la duda. Y no quiero que se mal entienda, en realidad aún no hay ninguna denuncia y todo lo que se ha dicho son presunciones, cuando menos ante la ley. Sin embargo con los antecedentes de indignación ante actos que atentan contra la mujer, pareciera una medida muy suave.

Bien dice el dicho que cuando el río suena es que agua lleva. El señor Gutiérrez ha sido polémico desde hace mucho, recordemos que su papá es el dueño del gran imperio de la basura en el DF, al que también se ha acusado de varias irregularidades.

Lo triste del asunto es que no es un delito que se persiga de oficio y puedo intuir un alto porcentaje de probabilidad de que las afectadas no  pongan denuncia, por presión o por miedo. No me extrañaría que en unos meses el Sr. Gutiérrez siga en su puesto tan tranquilo y como si nada. Sería un terrible mensaje, para los priistas y para la ciudadanía.

De por sí, el estereotipo de los priistas es de un viejo panzón, con camisa y corbata y prepotente que todo quiere conseguir con su poder; este caso, se compruebe o no, lo único que hace es revivir y alimentar ese viejo dinosaurio. Yo estoy enojada.