Puestos en marcha los prolegómenos para las elecciones intermedias del año que viene, a los partidos políticos no les queda mucho tiempo para definir quiénes serán sus candidatos para los más de 120 cargos de elección popular que se disputarán en nuestro Estado en junio próximo, pues lo más probable es que a mediados de diciembre o, a más tardar, antes de las 12 campanadas que anuncien el  Año Nuevo deberán quedar concretadas las postulaciones.

No cabe duda que los puestos más disputados son los correspondientes a las alcaldías, tal vez por constituir una autoridad de naturaleza ejecutiva y más cercana a la población, es decir con presupuesto propio y mayor proyección política. Sin restar la importancia que le corresponde al Poder Legislativo, las diputaciones tanto locales como federales en muchos casos suelen utilizarse como compensación para los políticos que no quedaron como candidatos para las presidencias municipales.

Salvo las alcaldías más importantes, donde la definición de las candidaturas depende en mayor  medida de los comités estatales partidistas, en las poblaciones intermedias y pequeñas, cuando existe una hegemonía prolongada, sobre todo del PRD o del PAN, por lo general es la estructura partidista municipal la de mayor peso en la definición de los candidatos.

En los demás casos se da la “repesca” de candidatos, donde los postulantes dependen del PRI, o más bien de que los que no resulten abanderados del PRI acepten jugar por el otro partido, lo que en muchos casos da lugar a una reñida competencia.

En cuanto a las candidaturas a la Presidencia Municipal de Mérida, que casi siempre resulta muy disputada entre el PAN y el PRI, las definiciones giran en torno a dos candidatos para el blanquiazul, en tanto que en el tricolor quedan vivos cuatro aspirantes.

El affaire en que se vio involucrado Raúl Paz, que a nivel nacional propició la renuncia de los principales operadores de Gustavo Madero, fue utilizado a nivel local por el actual presidente municipal panista Renán Barrera para quebrar el acuerdo por el cual se había amarrado como candidato a Raúl, dándole inicialmente un nuevo impulso a las aspiraciones de Mauricio Vila. Sin embargo, con el transcurso del tiempo aparentemente volvió a declinar.

En el caso del PRI, el acuerdo al que llegaron los cuatro candidatos: Víctor Caballero, Mauricio Sahuí, Nerio Torres y Francisco Torres fue el de someterse a lo que indique una batería de encuestas de opinión, cuyos resultados deberán conocer alrededor del 15 de diciembre.

Y aunque lo más probable es que los resultados finales  para todos los candidatos, de todos los partidos, puedan ser consecuencia del trabajo que desempeñaron en cuando menos el último año, muchos de ellos no dudaron en recurrir a la sana costumbre de escribirle una cartita a Santa Claus. No está demás.