“Este es un momento definitorio”, dijo Michael Dell a sus ejecutivos cercanos hace unas semanas, mientras preparaba el anuncio reciente por el que esta empresa volverá a ser privada —anuncio que no significa otra cosa sino el regreso de esta firma a la priorización de su estrategia de largo plazo y a dejar de estar preocupada por los reportes trimestrales que le exige Wall Street.

En el fondo lo que Dell quiere es reverdecer su ADN: la posibilidad de ser identificada y asociada a los atributos que la definieron desde su inicio, innovación, emprendedurismo.

El camino para que Dell recupere a plenitud su identidad está ya trazado en la mente de sus directivos. En México, por ejemplo, recién se nombró a Juan Francisco Aguilar para encabezar esta operación, quien ha definido una ruta que incluye un fuerte énfasis en soluciones integrales de tecnología para sus clientes.

Cuando se escucha la palabra “soluciones” en el mundo de la tecnología mucha gente no entiende. Pero no es tan difícil. En realidad se refiere a la integración de varios aspectos tecnológicos bajo un mismo paraguas. ¿Un ejemplo? El hospital cuya vocación es, evidentemente, médica, pero que debe administrar cualquier cantidad de datos, expedientes, transacciones, información en la red, y vínculos con proveedores, pacientes y entidades externas. Dell soluciona todo eso.

La firma tendrá la prioridad, ahora, de vincularse con más conocimiento hacia sus clientes (incluidas Pymes), a fin de proveer estos paquetes de soluciones que resuelven temas desde el acercamiento de una empresa a la “nube” hasta las soluciones de outsourcing para manejar grandes cantidades de datos (big data), incluido el tema de seguridad.

Transcurrirán 45 días para que se sepa a plenitud el derrotero futuro de Dell cuando regrese a manos de su fundador. Entretanto, sigue su camino: hace unas semanas lanzó una tableta con Windows que resuelve la necesidad de muchos individuos de trabajar al mismo tiempo con información corporativa y personal. Al contrario del iPad, que rápidamente mostró sus limitaciones para utilizarla en un ambiente corporativo. Muchos ejecutivos solo juegan Angry Birds Space con ella en la sala de juntas.