Densidad y sostenibilidad

Hoy, en la era de la comunicación, la densidad debe observarse desde un punto de vista positivo.

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Mucho se habla de la sostenibilidad de las ciudades, muchas de las cuales, como Mérida, crecen ilimitadamente hacia su insostenibilidad.

El planteamiento de ciudad sostenible que se requiere en esta era de la información y el conocimiento difiere sustancialmente en sus contenidos estratégicos del esquema de desarrollo de la  ciudad industrial y de la ciudad fraccionada en distantes dormitorios.

Una de las bases del nuevo modelo urbano sostenible, que debemos comprometernos a gestionar, es la densificación de los centros urbanos.

Hoy, en la era de la comunicación, la densidad debe observarse desde un punto de vista positivo, ya que significa densificar las relaciones humanas e intercambios diversos que enriquecen la personalidad y desarrollan el conocimiento, la creatividad, la cultura y la tolerancia.

La densidad es necesaria para poder rentabilizar las infraestructuras que tiene la ciudad, y que han sido pagadas por todos quienes la habitamos, y los equipamientos colectivos necesarios para garantizar a sus habitantes calidad de vida y sostenibilidad.

En este contexto, el transporte público sólo es viable a partir de una masa crítica de población en sus itinerarios; la infraestructura de abastecimiento y la de saneamiento, así como los equipamientos culturales y legislativos, también exigen densidad.

La densidad es la visión opuesta a la urbanización dispersa en el territorio, que lo contagia de espacios construidos en esquemas de  segregación, sin los equipamientos culturales, educativos, deportivos y de encuentro, y que priorizan y favorecen el transporte privado sobre el público.

Las urbanizaciones con una composición homogénea de la población dejan de ser ciudad, pues ésta debe estar necesariamente compuesta por diferentes clases de personas; cuando la población se asemeja mucho se puede decir que no hay ciudad.

En este contexto, la redensificación de los centros urbanos en proceso de abandono es un criterio de sostenibilidad, si se concibe la ciudad como un proyecto integrador del espacio público urbano, del espacio construido, de zonas verdes y espacios naturales, de tal modo que la ciudad sea su gente, una ciudadanía que se apropie del conjunto del espacio urbano.

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