Durante todo el año 2012, y sobre todo antes de que concluyera el ciclo, estaba en boca de todos el supuesto fin del mundo, las predicciones de los mayas y lo que sería el florecimiento de una nueva era. Se decía que experimentaríamos un renacimiento y que los seres humanos nos tornaríamos más conscientes.

No tengo la certeza de si despertamos o no, lo que sí creo es que cada vez más personas nos topamos con la necesidad de tener actividades que traigan bienestar a nuestras vidas.

Es fácil encontrar en la red sitios de internet o miles de blogs con temas de crecimiento espiritual. En todas partes hay escuelas e instructores de cualquier tipo de yoga, clubes de meditación, asesores en nutrición; otros tantos cambiaron sus hábitos y optaron por disfrutar de la generosidad de lo que nos da la tierra, se volvieron veganos. 

Nada de esto es cosa nueva, la diferencia es que ahora es más común. Sin embargo, lo mejor de todo y extraordinariamente real es que practicar deporte se ha convertido en un estilo de vida para más y más personas.

Hoy como nunca hay gente corriendo por las calles y las avenidas, el boom de las carreras  nos tiene participando en competencias de distancias cortas y largas. “Correr está de moda”, fue un comentario que escuché hace unos días. No estoy del todo de acuerdo, más bien creo que es una práctica simple y libre que te lleva a descubrir tus propias posibilidades, y una vez dentro, es imposible parar. 

No hace falta ser un deportista calificado para recorrer buenos kilómetros como parte de una rutina semanal. Tampoco es necesario seguirle el ritmo de alguien más, aquí no hay tiempo ni niveles, las metas son personales. Lo que sí hace falta es un par de tenis y decisión.

El famoso running es un buen aliado para perder o controlar el peso, pues se queman muchas calorías; mejora la salud, retarda el envejecimiento, alivia el estrés y como con cualquier otra actividad física, el cuerpo genera endorfina, lo cual nos pone más felices.

No terminaría de describir en este espacio sus múltiples beneficios. Si la genuina sensación de bienestar que dejan los kilómetros corridos tiene que ver con el despertar de la conciencia, optaré por permanecer bien despierta.