“Día de Muertos”, y del Hanal Pixán

A Carlos Joaquín.- Los días que llevan los motivos propulsores literarios de la muerte en esta nueva época en Quintana Roo, se aducen al nuevo gobierno en funciones...

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A Carlos Joaquín.- Los días que llevan los motivos propulsores literarios de la muerte en esta nueva época en Quintana Roo, se aducen al nuevo gobierno en funciones.

Al poco tiempo dentro de sus almenares con copla venteada y figura descarnada, mientras batallas de agravios hacen la piel estirada de los contendientes, inminente llegó la dama muerte al Estado vestida de negro con sonrisa permanente de nombre Morticia.

El guión se ha escenificado dentro del concilio para que Morticia no pueda llevarse  a Carlos Joaquín al panteón.

La dama de negro dijo con voz lúgubre y sonriente, -a ti aún no te toca todavía tu funeral Carlos Joaquín, aunque ya te daban por muerto te saliste del cajón para brincarte la barda del panteón. Ahora tienes que cumplir con la gente quintanarroense lo que en campaña proselitista prometiste.

Con ronca voz, la elegante muerte prosiguió diciéndole a Carlos Joaquín: Caíste en una nave con dos alas que piloteaste para ganar el máximo galardón del Estado, dejando en el osario a tu ex-correligionario competidor, quien ahora va derechito a su tumba que le espera en el panteón.

Que no será un camino de rosas tu mandato, no obstante con la investidura de Jefe del Ejecutivo estatal, sabes que la política no es cuadrada o redonda, ni pintada de azul, amarillo, tricolor, verde o rojo, entre otros es, y así fue, un triunfo mayúsculo de la democracia que ha ido dejando secuelas de agonía en cada una de las parcelas del quehacer político en la entidad.

 Al PRI

Te llevo a ti PRI al camposanto, por los errores que cometiste al final, espetó la dama espanto con el ulular de aíre sepulcral. Allí los muertos, si no están enterrados o con los huesos triturados, resucitan. Ha sido algo contemplado sin asombro con antelación. Los caídos de ayer son los resucitados del presente. En este trajín hay muertos y vivos.

Antes ya habían incinerado al tricolor e introducido en un cajón para su sepultura, dándole paso al defenestrado PAN en el pasado, para luego soterrándolo bajo un pino del Edomex y cubierto con lagrimones con plañideras de feligreses vestidos de azul.

Primero te llevo a ti King díjole la dama huesuda, por tus errores ganó Carlos Joaquín y sus adláteres del PAN y PRD inmersos en un sin igual concilio antinatura en el proceso electoral.

A los Azules y amarillos juntos

A ustedes me los llevo a enterrar juntitos al sagrado panteón, -por si alguien se quiere salir que se vaya más pa’ abajo. El tiempo provisorio de rijosidad finalizó con la llegada de Carlos Joaquín al concilio de dos alas, que dejaron atrás sus pugnas de interioridad, -los arengó la muerte-. A partir de ese instante, PAN Y PRD, tendrán que ganarse el apoyo del mandatario día a día con decisión y mano extendida. No con desacuerdos estériles que los lleven bien muertos al osario.

A Luis Torres

Hay un cambio fundamental en la correlación de fuerzas en la entidad, la mayoría exhibió ante el proceso electoral pasado voluntad para elegir al presidente municipal de Othón P. Blanco con la ciudad capital, Chetumal, como cabecera, donde las fuerzas democráticas hoy en día representan una realidad.

Con mayoría ganada en medio de tensiones y desafíos, surgió el inobjetable triunfo de Luis Torres Llanes al sillón del palacio de la Obregón, gracias a la participación ciudadana en el proceso electoral contra todo chantaje, lo que hoy crea la esperanza en los corazones othonpeblanquenses que Morticia no se lo lleve a alguno de los panteones.

Lo que merece un caluroso reconocimiento por ello. Durante otrora tiempo, Luis Torres se encubrió con la experiencia con el argumento político para que fuera postulado por su partido, que no fue compartido por el caso omiso de la cúpula, de que se trataba de un candidato popular, que trabajaba por las reivindicaciones de las mayorías.

Cuando Luis Torres vio que su propuesta se “venía de abajo”, se enfrentó con valor a un bloque de decisiones pendientes de “arriba”, se resistía a abandonar privilegios del pasado y para eso intentaba sucesivas modalidades que no resultaron. Y, valientemente brincó la barda del camposanto para logar el triunfo en la meta.

Y, en una salida pacífica, y a la existencia de la coalición PAN-PRD, esos dos partidos políticos tan odiados por la ahora oposición de la oposición, el malestar social se tradujo en votos para Luis por las yerros que conforman la diadema de los tres colores, que dejaron sin piso al grupo dominante, que propiciaron su inminente muerte.

Se sabe lo que significa la presión de las tribunas populares que suelen defender posiciones inflexibles. Desde la eternidad, ni en la política, ni en la muerte, se puede conceder todo el tiempo ni presionar todo el tiempo.

A Arlet Mólgora Glover

En estas fechas contradictoriamente menguadas por la modernidad y estelares por la tradición de los Fieles Difuntos, convive la sociedad othonense con el pensamiento para conmemorar a los muertos, donde la suprema dama vestida de negro llegó a Quintana Roo a presidir la tradición maya del Hanal Pixán –la comida de las ánimas- y a saborear un exquisito mucbipollo.

Al recorrer los paralelos del Estado de esta tierra maya, sin puntos de encuentro en el camino, sino estrechamente hermanados en cada paso dado, de forma tal que, sobre el terreno donde se teje el desenlace de los acontecimientos decisivos, que guíe a ésta y ésta permita reacomodar a los que se ha de llevar sobre la marcha al camposanto.

La elegante dama muerte espetó con voz sepulcral: te voy a llevar al camino eterno a ti Arlet, por tu fatua actitud te espera un elegante ataúd, pues no puedo perder de vista insoslayables elementos conceptuales siempre presentes en toda crisis política, díjole la mujer huesuda a Mólgora Glover.

So pena de desaprovechar la oportunidad histórica configurada en este “día de muertos”, por los pasos dados en falso y el devenir de una dolorosa derrota, ante la cual, como suele ocurrir, nadie tendrá el valor de asumirse como culpable por el negado sufragio para ti Arlet, por eso a ti te llevo solita al panteón aunque tengas fuero.

 

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