Diez reglas mínimas para un buen candidato
Se propone a los aspirantes este decálogo para normar su conducta y sus acciones proselitistas:
Ante el hecho inevitable de que ya estamos sumidos en plena campaña, con vista a 1as elecciones del 7 de junio, en la que se elegirán en Yucatán alcaldes y diputados locales y federales, nuestro colaborador propone a los aspirantes este decálogo para normar su conducta y sus acciones proselitistas:
1. Conoceré al dedillo el estado de las finanzas públicas del municipio de Mérida, para evitar hacer promesas sin sustento económico.
2. No haré concentraciones populares con mujeres y niños en las horas de máximo calor.
3. Bajo ninguna circunstancia pondré por encima de la ciudadanía al presidente y la cúpula del partido que me propone.
4. Vigilaré que no existan depósitos o bodegas repletas de regalos para repartir dádivas a los electores.
5. Contendré con firmeza, dentro del mejor civismo, la conducta de mis guaruras, guardias e incondicionales.
6. Haré respetar a las unidades de mi caravana de apoyo el reglamento de tránsito y las leyes del estado de Yucatán.
7. Denunciaré a las autoridades cualquier intento de soborno o coacción para apoyar irregularmente mi campaña.
8. Me considero igual a cualquiera. No pretenderé ser más de lo que soy.
9. Será mi responsabilidad ante los ciudadanos el uso estricto, conforme a la ley, del presupuesto autorizado de campaña.
10. Evitaré el llanto, maldecir, inventar infundios, provocar o romperle la madre al candidato vencedor.
Si así lo hicieren, será estrictamente cumplir su pacto de civilidad con la población.
De no hacerlo así, acepten con carácter las mentadas de madre, el repudio y la burla de los electores.
¡Vaya biem!