El discurso de Eraclio (1 de 2)

“La falta de solidez y legalidad en la actuación del Poder Ejecutivo de algunos estados ha desembocado en la corrupción de las policías locales y su cooptación por parte de la delincuencia organizada", dijo Eraclio Zepeda

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La intervención de Eraclio Zepeda en el Senado al recibir la medalla Belisario Domínguez ha sido objeto de muy distintas opiniones. En los últimos días he discutido al respecto, tanto en la realidad virtual como en la realidad real, con diversos colegas, amigos, compañeros de viejas luchas y hasta algún enemigo íntimo.

Como podría suponerse, dado que fue la parte del discurso que más amplia difusión recibió en los medios en general, la mayoría de mis interlocutores tenía presente tan sólo aquélla en la que Eraclio reconoce al Gobierno Federal estar buscando “sin límite de esfuerzos” a los desaparecidos de Ayotzinapa.

Con esta afirmación se puede estar de acuerdo o no, faltaría más en un país que garantiza la pluralidad y la libertad de expresión. Pero más allá de lo que en mi opinión fue un gesto de cortesía republicana, el discurso de Laco me pareció, principalmente, un argumento crítico, por momentos hasta duro, que llamó la atención sobre grandes pendientes en la tarea de construir un México justo y democrático. Me permito reproducir algunos pasajes relevantes. Hago notar que en la mesa del Senado y en la sala se encontraban el presidente de la República y representantes de la Suprema Corte de Justicia, del ejército y de gobiernos estatales y municipales, amén de legisladores de todos los partidos.

“La falta de solidez y legalidad en la actuación del Poder Ejecutivo de algunos estados ha desembocado en la corrupción de las policías locales y su cooptación por parte de la delincuencia organizada. Esto ha provocado una estela de crímenes y asesinatos”.

“Los delincuentes se han repartido el país [...]”

“Nuestras fuerzas armadas [...] han ocupado los puestos de combate que debía ejercer la Policía Federal [...]”.

“El Poder Judicial [...] sigue siendo un organismo unipartidario [...]”.

“Del Poder Ejecutivo [...] exigimos vigilar y transparentar las elecciones”.

“A todo el Poder Ejecutivo, con el señor presidente a la cabeza, exigimos transparencia en sus decisiones, oídos atentos a la opinión popular, protección a la convivencia nacional, combate a la ilegalidad y la corrupción, en todos sus niveles, respeto a los derechos humanos”.

Lo cortés no quita lo valiente; Eraclio Zepeda sigue siendo un pensador crítico.

Y esperanzado, como ya comentaremos.

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