A lo largo de nuestra historia, Yucatán ha aportado grandes voces a la ópera nacional. La primera de ellas fue Aurora Peraza Imán, quien fue conocida en las últimas décadas del siglo XIX como El ruiseñor yucateco. María Aurora Peraza Imán nació en Tizimín el 29 de mayo de 1858, hija de Francisco Peraza e Inés Imán Virgilio. Fue bautizada el 13 de junio  de ese año, en la Iglesia de Los Santos Reyes. En 1872, estudió en Mérida con la cantante cubana Amalia Simoni de Agramonte, discípula de la célebre Fanny Persiani, para quien Gaetano Donizetti escribió Lucia di Lammermoor.

En septiembre de 1873, fue alumna fundadora del Conservatorio Yucateco, dirigido por José Jacinto Cuevas. Cantó en los conciertos de la Sociedad Filarmónica en el Teatro San Carlos. En las notas de prensa se destacó su calidad vocal y fue conocida desde ese momento como El Ruiseñor Yucateco. El 14 de junio 1874, cantó un fragmento de la ópera Fausto, de Charles Gounod, en el estreno del Teatro del Conservatorio.

Prosiguió sus estudios en el Conservatorio Nacional de Música y fue becada por el Ministerio de Fomento del presidente Porfirio Díaz para estudiar en Europa.  A su regreso, fue considerada un verdadero orgullo nacional.

El 20 de abril de 1895, contrajo matrimonio con el tapatío Eugenio Esquerro. De ese matrimonio nacieron tres hijos: la cantante Aurora Esquerro Peraza,  solista de la orquesta femenil del barítono Ángel H. Ferreiro; el guitarrista y compositor Eugenio Esquerro Peraza, autor de canciones con letras del yucateco Ruy de Luna, y el escritor Roberto Esquerro Peraza, Titus. Se desconoce la fecha de la muerte de la notable soprano yucateca  Aurora Peraza Imán.