Dormir bien para no dormirse en...

Los malos hábitos son las principales causas para no dormir bien, como el estrés, tabaco, alcohol, bebidas energéticas, comidas con alto contenido calórico, la falta de ejercicio, etc.

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Cuántas veces hemos escuchado la frase: “Se durmió en sus laureles”, pero ¿de dónde viene? El origen se remonta a cuando a los poetas, emperadores y generales victoriosos se les coronaba con guirnaldas hechas de hojas de laurel. 

Pero si luego de este reconocimiento, con la corona de laureles la persona se dejaba de esforzar por superarse y mejorar, se decía que se “dormía en sus laureles”, semejante a otra más moderna y coloquial que reza: “Le comieron el mandado”. En fin, cuántos políticos, profesionistas o emprendedores desafían a la gravedad, creyendo que alcanzar la cima basta. ¡Por favor, sin nombres!

Por otro lado y más allá de referirnos a tan ancestral frase, quisiera platicarles que recientemente se conmemoró el Día Mundial del Sueño, sí esta necesidad fisiológica, indispensable para que el cuerpo obtenga, a través de sustancias que libera en la noche, la restitución de tejidos sujetos a esfuerzos y lesiones. 

Sin embargo, en el mundo moderno cada vez cuesta más conciliar el sueño. Estos trastornos no distinguen edad, siendo, de hecho, los jóvenes los más afectados.

Ningún especialista define exactamente cuántas horas se deben dormir. “La adecuada cantidad es aquella que nos permita tener un óptimo funcionamiento durante el día”.

La falta de sueño afecta nuestro desempeño y nuestra emocionalidad, pero especialmente lleva a una serie de consecuencias físicas como inflamación subclínica, aterotrombosis, hipertensión arterial, obesidad y diabetes tipo II. Esta falta de sueño se ve relacionada también con los trastornos de ansiedad generalizada, tan es así, que  el consumo de ansiolíticos crece cada día y como consecuencia la dependencia física y/o psíquica de esos fármacos. 

Pero, ¿qué nos impide dormir bien? Sin duda los malos  hábitos son los principales, además de estrés, tabaco, alcohol,  bebidas energéticas, comidas con alto contenido calórico y pobres en fibra, la  falta de ejercicio, equipos electrónicos cual estimulantes por su luz artificial y los trastornos respiratorios del sueño como la apnea (roncar-dejar de respirar).

Finalmente para no dejar pasar este día que le da un lugar preponderante al sueño, cual problema de salud pública en el siglo XXI, te sugiero que no te duermas en tus laureles, ni dejes que cualquiera opaque tus logros, lucha por ellos. Si desde el punto de vista médico hablamos, haz ejercicio, no consumas alcohol, nicotina ni uses equipos electrónicos cuando menos 2 o 3 horas antes de acostarte y evita hasta donde sea posible tomar medicamentos para dormir. ¡Dulces sueños!

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