Ecocidio en Sonora

La catástrofe ecológica de los ríos Bacanuchi y Sonora, en el estado del mismo nombre, no parece conmover a la sociedad mexicana.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Aun cuando ha recibido una considerable atención de los medios, la catástrofe ecológica de los ríos Bacanuchi y Sonora, en el estado del mismo nombre, no parece conmover a la sociedad mexicana como ha sucedido en otras ocasiones, con otros desastres. No sé si se deba a que por fortuna no hay muertes que lamentar o a que la tragedia que están viviendo cientos de miles de sonorenses de siete municipios no resulta suficientemente “espectacular”, si se me permite el ingrato término.

No ha habido movilizaciones o campañas humanitarias para ayudar a los damnificados. Nada que se parezca, por ejemplo, a lo que suele suceder cuando un huracán arrasa con alguna zona o una inundación provoca destrucción y desabasto. Como si la contaminación fuera un problema menor. Como si el criminal derramamiento de sustancias químicas en los dos ríos fuese algo sin importancia.

Para colmo, el asunto se ha comenzado a politizar, en especial por la discutible sensibilidad del gobernador panista Guillermo Padrés, quien ha comenzado a pelear con el gobierno federal y sus representantes, más preocupado al parecer por el destino de la “pequeña” presa que levantó en terrenos de su propiedad que de la suerte de sus conciudadanos. El funcionario mantiene grandes cantidades de agua retenidas en el embalse, mientras que miles de personas carecen del líquido en sus casas y en sus tierras de cultivo.

Por suerte, ese mismo gobierno federal ya entró al quite y entre otras cosas ha logrado que Grupo México, propietario de la mina Buenavista, donde sucedió el derrame de ácido sobre las aguas de los ríos afectados, aporte 2 mil millones de pesos para resarcir los daños. Ahora va sobre la presa.

Urge que en la sociedad mexicana exista una mayor conciencia ecológica y que tragedias como ésta no queden como meras anécdotas. De otro modo, seguirán aconteciendo sin remedio.

                        * * * * *

A raíz de la catástrofe ambiental en Sonora, se está usando por todas partes el terminajo “remediación”. ¿De dónde lo sacaron? Esa palabra no existe en español. No añadamos, al desastre ambiental, la contaminación de nuestro idioma.

http://twiter/hualgami

Lo más leído

skeleton





skeleton