Ejemplar respuesta del magisterio
El peligro consistía en que el magisterio yucateco pudiera verse envuelto en movilizaciones por consignas centrales.
La semana pasada, producto de un fino trabajo de conciliación entre el Gobierno del Estado, representado por Víctor Caballero Durán, secretario de Gobierno, y de los representantes magisteriales de la asociación “Docentes Unidos por Yucatán”, se pudo superar la situación que priva en otras regiones de la República, cuyas principales consecuencias son dejar sin clases a los alumnos de las escuelas públicas y desquiciar el tránsito en las principales calles, hasta crear un ambiente de caos e ingobernabilidad.
Integrantes de organizaciones civiles y magisteriales habían dado la voz de alerta sobre el peligro que implicaba que organizaciones disidentes, como la CNTE, hubieran enviado agitadores a Yucatán, con instrucciones de replicar las movilizaciones llevadas a cabo en el DF por el contingente de maestros oaxaqueños, con el pretexto de protestar en contra de la Reforma Educativa recientemente aprobada, con argumentos completamente falsos, como la privatización de la educación pública y la pérdida de los derechos laborales de los trabajadores de la educación.
El peligro consistía en que el magisterio yucateco pudiera verse envuelto en movilizaciones por consignas centrales y que, por lo tanto, perdieran el control de su movimiento para ser usado con fines ajenos a los educativos y a la defensa de sus derechos laborales.
Sin embargo, debido, por una parte, a la capacidad de diálogo que ha demostrado el gobierno de Rolando Zapata Bello y, por la otra, a la verticalidad con que se han manejado las organizaciones magisteriales, ha quedado claro que la Reforma Educativa fue realizada para corregir las deficiencias acumuladas durante décadas y que no se trata de menguar los derechos laborales de los maestros; que el gobierno del Estado asume el compromiso de salvaguardarlos y establece los conductos adecuados para dar curso institucional a todas las inquietudes del personal docente.
Siendo las principales las de contar con infraestructura, equipamiento y materiales educativos necesarios para asegurar las condiciones óptimas para el aprovechamiento de los escolares, así como con programas de capacitación, actualización y adiestramiento continuo y de calidad para los maestros.
Esa es la respuesta digna de un magisterio comprometido con su función social, que permanece cercano a las necesidades de su comunidad educativa, que no ha dudado en establecer puentes de comunicación con las autoridades con el fin de establecer alianzas que le den certeza, certidumbre y continuidad a los programas educativos, para que las nuevas disposiciones legales puedan construirse mediante el diálogo y se apliquen con efectividad y transparencia para el fortalecimiento de la educación pública, obligatoria, laica, gratuita… y de calidad.