El Apocalipsis zombi ya llegó, ya está aquí

Y así, los priistas dicen que Michoacán no es un estado fallido, que en todo caso fallón. ¿Y qué hacen en tanto los panistas en Michoacán? Exigir la suspensión de poderes

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Cada vez que Chucho Zambrano hace declaraciones del tipo “Michoacán se está pudriendo, hay que decirlo con pena”, un panda se hace perredista. Es de todo plausible que un personaje como el presidente del PRD, cuyas dotes histriónicas van in crescendo, y dadas sus condiciones de standopero, en muy poco tiempo será el Chente Fox del Sol Azteca.

Sin miedo a buscarle chichis a las culebras, Zambrano le aplica un remache al PRIcámbrico temprano, que en Michoacán han superado las peores estrategias de Calderón para conseguir el mejor estado de putrefacción posible, con una pequeña ayuda de Fausto Vallejo que todo lo que toca se le subleva, hasta las corundas.

Y don Chucho tendría la boca retacada de razón si no fuera que por su excesiva humildad omitiera el pequeño detalle de la herencia del PRD chuchista en Tierra Caliente. Qué sería de la geografía purépecha sin el paso de los gobiernos perredistas donde se generaron, particularmente bajo la férula de Godoy, las condiciones necesarias para que aquello se transformara en Mordor. La clase de cosas que hacen ver al PRD de Los Chuchos como una izquierda con capacidades distintas.

Y así, los priistas dicen que no es un estado fallido, que en todo caso fallón. ¿Y qué hacen en tanto los panistas en Michoacán? Exigir la suspensión de poderes, como si fuera la selección mexicana y solo faltara que clamaran por la llegada del Piojo a Morelia.

Y es que así son los blanquiazules, siempre proveedores de grandes ideas. Ahí está su espléndida intención de hacer de las manifestaciones sociales reuniones de boy scouts, sin insultos ni señalamientos, al ritmo de una coreografía de OV7. Lo que es interesante es que a los panistas no se les hubiera ocurrido normar también las respuestas de las autoridades a las exigencias del proletariado. No habríamos visto el show interminable de la CNTE si los gobiernos no se hubieran hecho como que les hablaba la virgen... pero de los sicarios.

Claro, esta clase de alucinaciones de ultraderecha no tendrían lugar si a los luchadores sociales no les diera por confundirse como luchadores de cuadrilátero.

Ahora la CNTE, luego de un largo y rasposo jaloneo con los comerciantes del Monumento a la Revolución que los veían como una tragedia bíblica, terminó por moverse hasta que las amenazas de los meseros de los restaurantes damnificados fueron más perronas que las de Mancera. El Apocalipsis zombi ya llegó, ya está aquí, y no solo pa´ chingar al PRI. 

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