El buen sazón de la comida tradicional de Doña Kiki

Doña Mirian Canché Caamal, se ha convertido en la cocinera oficial de los arqueólogos de la comida típica yucateca, con ese toque casero.

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Todas las comunidades yucatecas guardan muchos valores materiales, históricos y humanos con cualidades en la cocina. 

Este es el caso de doña Mirian Canché Caamal, mejor conocida como Doña Kiki, a  quien conocí hace ya algunos años, en el poblado de Santa Elena, cuando un día la Arqueóloga Lourdes Toscano me invitó a comer en su campamento.

La comida de ese día consistió en costillas de cerdo asadas al carbón, acompañadas de frijol colado, tomate y cilantro tamulados, cebolla roja asada al carbón, chile habanero soasado y ku’ut, y el complemento importante: tortillas de maíz hechas a mano y calientitas.  

Para acompañar los alimentos una refresco medio amargo bien frio o un refresco de lima o limón cosechado de los árboles plantados en el solar. 

En otra ocasión, estábamos escaneando el edificio del Codzpop en Kabah desde muy temprano porque había que adelantar el trabajo y había que sacarle jugo al escanner 3D. 

Sin embargo, Doña Kiki nunca se olvidó de nosotros, ya que a las 9 de la mañana puntualmente apareció con un traste con unos huevos con tomate hechos a la leña y un lek con tortillas hechas a mano.  

Aun no se me olvida ese sabor tan especial que solamente había logrado mi abuela y mi cuñada, que surge de la mezcla del tomate con el huevo hecho en el fogón milenario formado con tres piedras en el rincón de la cocina. 
 
Ni que decir del frijol con puerco enterrado, la sopa de lima y otros platillos que forman parte de la especialidad culinaria de Doña Kiki. 

Desde entonces Doña Kiki se ha convertido en la cocinera oficial de los arqueólogos, de los amigos de los arqueólogos, de mis alumnos y de otros interesados en saborear la comida típica con ese toque casero.  

Hoy solo tenemos que avisar a Doña Kiki para que prepare en su casa una suculenta comida o un rico desayuno, en tanto la Secretaría de Turismo le aprueba un proyecto para echar a andar una cocina económica. 

Con anticipación ella y otras mujeres de Santa Elena se han organizado y se han capacitado para realizar este proyecto productivo. 
 
Este es un ejemplo de mujeres emprendedoras que quieren trabajar para lograr su proyecto y mejorar su condición de vida.

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