El bulliyng, un asunto de Estado

Ante el riesgo de que el acoso escolar se salga totalmente de control, el Gobierno de la República determinó que el combate a este flagelo...

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Ante el riesgo de que el acoso escolar se salga totalmente de control, el Gobierno de la República determinó que el combate a este flagelo sea un asunto de estado que involucra a muchas instituciones, pero sobre todo, a los maestros y directores de las escuelas, quienes son los que deben tener el pulso más certero de lo que ocurre con los estudiantes.

Hemos señalado en otras oportunidades, que el también llamado bulliyng, es un problema que ha crecido en los últimos años, pero también la denuncia social, que en muchos casos está avalada por grabaciones del momento en que ocurre la violencia, sea esta verbal o física contra alumnos que la mayoría de las veces tienen miedo de denunciar el hecho.

¿Cuáles son las razones por las que alguien ataca a un compañero para lastimarlo, cuando se supone que la escuela es una especie de santuario, donde los niños reciben conocimientos y valores que los ayudan a formarse de manera integral como personas solidarias y respetuosas?

Las causas son muchas, desde pertenecer a una familia disfuncional, con padres que no ponen ninguna atención a sus hijos, hasta los medios de comunicación, en particular la televisión, que en sus programas hacen apología de la violencia.

Pero en general, vivimos en una sociedad violenta, en la que grupos criminales se han apropiado del espacio geográfico y político que deberían ocupar nuestras instituciones, constituyéndose en un poder real que ha obligado a la autoridad a buscar la manera de aniquilarlos.

Muchas escuelas se ubican en entornos sociales muy conflictivos, pero al final de cuentas, es en los centros educativos donde detona un problema que si bien no es causado por los maestros y directivos, sí es necesario que estos tengan plena conciencia de que los alumnos son su responsabilidad desde el momento en que están en su salón de clases.

Hay otros momentos de la estancia de los alumnos en las escuelas, como el recreo, donde la supervisión de los maestros se relaja y entonces ocurren hechos de violencia. Por ese motivo, entre las estrategias para prevenir el acoso escolar, se ha determinado que haya vigilancia en todos los espacios escolares y en todos los momentos.

Aunque pareciera una determinación exagerada, se entiende que las medidas que tomarán las autoridades educativas son necesarias para reducir drásticamente los casos de acoso escolar, que, hay que decirlo con claridad, en Quintana Roo no son todavía un problema grave, pero no es el momento de relajarnos porque la problemática podría ponerse más seria.

El acoso escolar es un fenómeno preocupante, de ahí la decisión gubernamental de tomar el problema con toda la seriedad posible para atacarlo frontalmente. Si bien las condiciones de violencia que imperan en la sociedad mexicana no desaparecerán por decreto, representa un paso fundamental que las escuelas se conviertan en espacios seguros y amables para los estudiantes.

Pero para que la batalla contra el bulliyng alcance los objetivos trazados, es fundamental que el personal que labora en las escuelas, sobre todo los maestros y directores, comprendan que un alto porcentaje del éxito de esta estrategia depende de su voluntad y compromiso con los estudiantes.

No es momento de poner obstáculos, todos debemos entender que el bulliyngse tiene que atacar con inteligencia, sin satanizar a nadie, respetar a los involucrados, sean víctimas o victimarios, porque ambos terminan por ser parte del mismo problema.

Los padres por su parte, tienen la obligación de no solapar a sus hijos, de escuchar a los maestros cuando se presenta el problema para buscar su solución, de no empecinarse en creer que sus vástagos son incapaces de cometer un acto de violencia.

Lo que sucede es que los padres no están dispuestos a aceptar que si sus hijos son violentos es por su culpa al no saber educarlos, y es aquí donde las autoridades deben ser muy cuidadosas para que haya una buena interrelación con ellos.

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