El Burro Kat

Los habitantes dicen que se comía a las personas que se atrevían a entrar a la cueva.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Don Antonio Salazar, artesano de Muna, relató que cerca de Uxmal, en un sitio llamado Bojolaktún hay una caverna en donde se escondió un brujo. Allí hizo con barro un burro, al que alimentó poniéndole su propia sangre en la boca. Así cobró vida el jumento. 

En poblado de Itzincab, en el municipio de Umán, la gente cuenta que el Burro Kat vive en una cueva cercana llamada Xkalotsayab. La gruta contiene un cenote muy frecuentado. Los habitantes dicen que el Burro Kat se comía a las personas que se atrevían a entrar a la cueva. 

Guillermo Canul, de Cansahcab, dijo que en una de las estructuras prehispánicas cercanas a esta comunidad se aparece frecuentemente el citado animal. Un vaquero anciano que iba todos los días leñar vio a un burro cerca de los vestigios arqueológicos; bajó de su caballo para atraparlo, pero cuando se acercó al animal, éste ya no estaba. Era el Burro Kat.

En el mismo Cansahcab existe la historia de una niña que todos los días pasaba cerca de la gruta Ukajá para llevarle pozole a su padre. Un día, la chiquilla se perdió y no volvió a aparecer. Algunas personas creen que la niña se perdió en la cueva Saká de la misma región. En todo caso se piensa el Burro Kat algo tuvo que ver.

Lo más leído

skeleton





skeleton