El caudal de la libre expresión

La visita del Papa Francisco en México concluyó. El mensaje o la enseñanza derivada de sus palabras dependerá de la fe...

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La visita del Papa Francisco en México concluyó. El mensaje o la enseñanza derivada de sus palabras dependerá de la fe o carencia de ella de cada quien, pero algo muy importante no podemos pasar de largo: a pesar de la laicidad y críticas, la estancia del pontífice fue por demás, socialmente tranquila. 

Desde el primer día, los ataques por el tenor de sus actividades no se hicieron esperar entre quienes consideran que el obispo de Roma no es más que una figura del conservadurismo. Ríos, caudales y mares de “bytes” corrieron libremente por las redes sociales, por su cuenta o agarrados de los “hashtags” generados por la visita papal, en contra de sus palabras y de quienes le recibieron con los honores que su figura merece, y esto, lo queramos o no, provocó que cualquier manifestación crítica o de verdadero descontento, no se traspasará al mundo real. 

Así es. Haciendo una reflexión sobre la semana de actividades del santo padre en México, poca o ninguna circunstancia negativa vivió o fue testigo a su paso, pues la mayoría del descontento se dijo sin problemas en las redes sociales, sirviendo éstas como  una válvula de escape para los movimientos contrarios a la misión pastoral católica, donde más allá del debate entre los usuarios creyentes, no creyentes, apologistas o contrario, nada pasó del simple activismo de escritorio. 

Incluso, dentro de la pléyade de señalamientos sobre los pecados de la iglesia, ninguno trascendió negativamente u opacó los eventos papales. #NoSeasEgoista fue tal vez el “trending topic” más curioso, “negativo” y no-religioso de los que generó Francisco en su visita, en parte por lo natural de la expresión y la evidente razón que el Papa tuvo al expresarla tras el accidente en el encuentro con los jóvenes. 

Otros tópicos relacionados fueron #PapaenCHPS #PapaEnMich #BelindalecantaalPapa #SamuelRuiz #Habledelos43PapaFrancisco, además de los promocionados en televisión como #PapaenMéxico. Más opiniones adversas generó #MannyPacquiao con sus polémicas declaraciones sobre la sexualidad animal, que el propio Francisco en su defensa de la familia y de la vida, con todo, y que en México la secularidad y apertura de opiniones parecen ganarle la partida –al menos en redes sociales- al oscurantismo decimonónico. 

Desafortunadamente, esta situación también tiene su contraparte negativa, y que ninguno de los discursos de Francisco, provocó un debate real en las redes sociales. Sus palabras, aunque dirigidas con cierto tino a los escenarios donde fueron dichas, no causaran conmoción en internet, no causaron revuelo más allá de lo anecdótico, como el #NoSeasEgoista, y ni este mismo pasó más de día y medio entre los “trending topics” más populares del país. 

La guerra de las antipatías 

En nuestro querido México, la antipatía mueve montañas y genera las mejoras historias dentro y fuera de las redes sociales, desvirtuando a su paso el origen de y mensaje que deseen dar. 

En el período electoral que vivimos los quintanarroenses desde hace un par de días, es importante que sepamos usar las redes sociales con agudeza y miras menos estrechas, y el mejor consejo que podemos ofrecer, es una vieja máxima de la vida: “cuando todos piensen igual, deténgase y póngase a pensar”. 

Escondido detrás de un título quizás aburrido o un contenido sin imagen, está esa información que nos revelará una nueva concepción de las cosas, un punto de vista divergente, pero no cortante, que nos abrirá las puertas en más de una ocasión, pues de esta forma, habremos encontrado la panacea a los males que aquejan desde hace tiempo la discusión política y sociales en las redes sociales: pensar antes de “retweetear” o compartir. 

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