Tratar de entender a los políticos es complejo. El discurso de quienes viven de la política se equipara al de la célebre “Chimoltrufia”: como dicen una cosa, dicen otra. 

El comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo, es un ejemplo. En entrevistas con dos periodistas de Milenio (7-I-15) declaró en relación con la situación del estado que “gobierna”: 

1.- “Mireles está en la cárcel porque violó la ley y desafió al Estado, y cuando fue detenido tenía armas de fuego”. Pregunta: ¿quién les permitió armarse? 

2.- Rechazó que haya fracasado la estrategia de seguridad en Michoacán, pero se contradice al decir que “a partir de la incursión federal, los grupos del crimen organizado se pulverizaron, lo que los hizo más peligrosos”. Entonces sí fracasó la estrategia. 

3.- Afirmó que la entidad tiene una dinámica delincuencial como la del resto del país, pero que está en “completa calma”. ¿Así o más mentiroso? Ningún estado está como Michoacán, si acaso, Guerrero. 

4- Anunció la depuración de la Fuerza Rural para transitar a la Fuerza Ciudadana con “los mejores elementos”, pero precisó que “depurar no significa fracasar”. Si no hay fracaso, ¿para qué depurar? 

5.- Dice que “la misión se cumplió”, porque se evitaron derramamientos de sangre entre civiles. “Hay personas que dicen: ‘estrategia fallida’. Yo diría que no”. Él dirá misa, pero la realidad es otra y el reciente tiroteo en Uruapan lo confirma.

6.- Negó que haya sido el gobierno federal el que armara a los autodefensas, ahora integrantes de la Fuerza Rural. “Ellos estaban armados, lo que hicimos fue un registro de armas, tener huellas balísticas, el ADN de ellos, tener un control y tal control existió”. Sí armaron a varios autodefensas.

7.- Del enfrentamiento del 16 de diciembre entre grupos de Hipólito Mora y Luis Antonio Torres, "El Americano", dijo que fue una “bravuconería” y que por ello ambos deben estar arrepentidos. Quien debe estar arrepentido es el Gobierno por su fallida estrategia en Michoacán.