El crimen organizado se dedica a la minería
Van a cerrar este año con una inversión cercana a los 300 millones de dólares.
Cada año Goldcorp produce en México unas 800 mil onzas de oro. Puesto así es un número que no nos dice nada, pero si hacemos la conversión es igual a 25 toneladas anuales de oro (imagínese un camión Torton completo).
Esta minera canadiense es la productora número 1 de oro del país y una de las de más rápido crecimiento en México.
Van a cerrar este año con una inversión cercana a los 300 millones de dólares y con proyectos para poner en marcha en un par de años más una nueva mina: Camino Rojo en Zacatecas, con reservas de oro y cobre. Cuando en 2017 esté operando, su producción hará duplicar los números de hoy (sí, imagínese dos camiones Torton).
Pero no todo lo que trae el oro brilla.
Goldcorp comparte con las demás mineras (Grupo México, Peñoles, Frisco) un mismo problema: el crimen organizado.
Sus tres minas están en zonas “calientes”: El Sauzal, en Chihuahua; Los Filos, en Guerrero, y Peñasquito, en Zacatecas. “Hemos tenido problemas graves, grupos criminales que exigen pagos y que no estamos nosotros dispuestos a caer en eso y permanentemente están amenazando con la vida a nuestros sindicatos, trabajadores y contratistas”, explica Horacio Bruna, vicepresidente senior para México de Goldcorp.
Además de las presiones para cobrar derecho de piso, o de los secuestros de empleados, una de las modalidades que se ha hecho habitual en este sector es el robo de minerales. Y es más complejo de lo que parece. La mayoría de las mineras extraen y trasladan a los puertos o centros de producción ‘concentrado’, un polvo con grandes cantidades de tierra e impurezas en la cual se esconden pequeñas proporciones de oro, plomo, cobre o zinc. Los grupos criminales están robando parte de las cargas de los camiones que salen de las minas y luego los procesan químicamente en sus propios y complejos laboratorios para producir ellos mismos oro y cobre.
Ya hay acciones comunes entre las mineras, como organizar convoy de muchos camiones con patrullas delante y atrás, pero aún así los robos no han disminuido.
“Es un drama traer gente y contratar profesionales que estén dispuestos a vivir y trabajar en las zonas de las minas”, agrega Bruna.
La minería es el cuarto generador de divisas netas del país, un negocio boyante donde no solo, lamentablemente, las multinacionales han puesto el ojo.
Twitter: @ba_anderson