El engaño que no fue

Las autoridades encargadas del GTM han salido ya a aclarar que un proyecto así consta de varias etapas

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El pasado miércoles el noticiero televisivo de Joaquín López-Dóriga presentó un reportaje donde se denunciaba el “engaño” del mayor proyecto científico-técnico emprendido en nuestro país: el Gran Telescopio Milimétrico (GTM).

Situado en el volcán Sierra Negra, es resultado de la cooperación de México y la Universidad de Massachusetts. Su antena de 50 metros de diámetro, que captará ondas de radio con longitud de uno a cuatro milímetros, será la más grande en su tipo. Desde que comenzó su construcción, en 1995, se han invertido en él 814 millones de pesos, de los cuales la mitad fue dinero estadunidense.

En el reportaje de Televisa se afirma que “a 15 años de que comenzó a construirse, el GTM no ha logrado resultados científicos”; que fue falsamente inaugurado ¡dos veces! (una por Fox en 2006 y otra por Calderón en 2012), y que “la inauguración de 2006 fue un montaje, pues usaron paneles falsos de madera con unicel”.

Afortunadamente, las autoridades encargadas del GTM han salido ya a aclarar que un proyecto así consta de varias etapas; que lo de Fox fue la culminación de la etapa de construcción de la antena (pero no de la superficie receptora), y que se hizo una observación más bien simbólica de radiación con longitud de onda de centímetros (no milímetros), pues era lo que se podía lograr con la estructura incompleta.

En cuanto a los paneles simulados, su función era evitar la entrada de agua y nieve. Y la visita de Calderón no fue una “inauguración”, sino para supervisión.

La información presentada en el noticiero desprestigia un proyecto que ha tenido ya una importante derrama tecnológica en el país y que permitirá poner a México en la vanguardia en investigación astrofísica. Y daña también la imagen pública de la astronomía mexicana y de toda la ciencia nacional.

Hoy que se está haciendo un gran esfuerzo para convencer a las autoridades federales de dar más apoyo al desarrollo científico-técnico, mensajes como éste son un golpe bajo.

La lección, probablemente es que en los medios masivos de comunicación urge contar con periodistas especializados en manejar la fuente de ciencia y tecnología con todas sus complejidades y sin caer en sensacionalismos. 

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