El enredo del transporte

Si la capital del estado padecía por la deficiente calidad y cobertura de su transporte público, desde fines de abril de 2012 sufre por la falta de suficientes unidades, luego del abrupto retiro de la empresa ADO y su concesionaria del Grupo Bahía.

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Si la capital del estado padecía por la deficiente calidad y cobertura de su transporte público, desde fines de abril de 2012 sufre por la falta de suficientes unidades, luego del abrupto retiro de la empresa ADO y su concesionaria del Grupo Bahía. 
 
El Ayuntamiento capitalino ha aplicado chiquiadores de orégano, placebos y remedios de la abuela sobre la herida, sin encontrar una solución definitiva que beneficie a cientos de usuarios cuya economía sufre un duro golpe, ya que son forzados a recurrir a los taxis o a irse de aventón, como hacen muchos estudiantes de nivel superior.
 
Inmerso en sus problemas, el Ayuntamiento no ha encontrado una solución a este enredo que amerita un movimiento estratégico para dejar en óptimas condiciones el transporte público, a la altura de una capital. 
 
Por ejemplo, el bulevar Bahía no cuenta con un servicio de transporte urbano permanente, de tal forma que propios y extraños puedan recorrer el extenso tramo que causa admiración y envidia a tantos.
 
Incluso, los estudiantes de la Universidad de Quintana Roo son afectados por esta falta de transporte público. Lo peor es que los estudiantes carecen de iniciativa para insertar en la agenda este pendiente gubernamental.
 
El mismo calvario padecen los estudiantes del CBTA 11, ubicado frente al Centro de Rehabilitación Integral de Quintana Roo (CRIQ), sobre la avenida de Los Insurgentes, donde se ubica el Instituto Tecnológico de Chetumal (ITCH) y el gimnasio Nohoch Sucum.
 
Sitios del sur, en el abandono 
 
La promoción del sur debe intensificarse, pero esta tarea no debe ser responsabilidad exclusiva de los tres niveles de gobierno, ya que debe ser compartida por un sector privado que en muchos casos se refugia en la especulación.
 
En Chetumal, los Museos de la Cultura Maya y de la Ciudad, ubicados sobre la céntrica avenida de Los Héroes, se han erosionado como proyectos que en sus inicios estuvieron destinados a las alturas. La capital del estado no puede darse el lujo de lanzar por la borda sus contados espacios dignos, pero se tiene la idea de que todo mundo viene a fayuquear, descuidando la calidad de nuestro inventario histórico y cultural.
 
Cerca del balneario de Calderitas –a unos pasos de Chetumal–, la zona arqueológica de Oxtankah no ha sido tan aprovechada, ya que hemos minimizado su importancia por contar con sitios más conocidos y atractivos. 
 
Lo cierto es que no podemos darnos el lujo de tener oculta la zona arqueológica más cercana a la capital del estado, tarea que queda en manos de las áreas de turismo a nivel estatal y municipal, sobre todo. Sin embargo, todo lo relacionado con la seguridad de los visitantes debe garantizarse, para evitar noticias negativas.

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