¡Me lo dije! Florestán

A un año de las elecciones presidenciales de julio de 2012, quien fuera, como dice él mismo, responsable de la estrategia de la campaña electoral de Andrés Manuel López Obrador, Luis Costa Bonino, ha producido un documento extraordinario, en el que da su versión sobre cómo, dice, lo llevó de estar 40 puntos debajo de Enrique Peña Nieto, el candidato priista, a solo cuatro, según una encuesta de Reforma, lo que atribuye a su operación.

El especialista uruguayo recupera cómo llegó a la campaña, vía el realizador Luis Mandoki.

Narra que en su primer encuentro, el 11 de noviembre de 2011, encontró a un tosco López Obrador rechazando su participación como consultor extranjero, para no ser igual a los demás candidatos.

Y que al salir le dijo a Mandoki que era mejor abandonar el proyecto, porque no tenía interés en trabajar con un candidato que no mostraba ganas de ser Presidente y que ningún consultor podía despertar en un candidato las ganas de ganar una elección y ser Presidente, y que se fue.

Tres meses después, el l5 de febrero de 2012, de nuevo a insistencia de Mandoki, Costa Bonino se integró a la campaña de AMLO para ver cómo transformábamos el caos reinante en su campaña.

Se reunieron a cenar tamalitos en su pequeño departamento de la colonia Del Valle. Comenzamos a comer en un ambiente tenso. López Obrador comía en silencio sus tamales con cara de contrariado, de mal humor y mucha desconfianza.

Temía que a los cinco minutos los echara, pero comenzó a hablar, apuntarle las críticas a su campaña y al terminar el encuentro, de muchas horas, le dijo que estaba muy contento de haberlo conocido y que estaba seguro que le podría ayudar mucho en su campaña.

Así comienza Costa Bonino esta narrativa en la que cita los problemas: falta de dinero, los traidores, los que en su equipo cercano saboteaban su campaña y que en su círculo más íntimo no tenían como meta su triunfo electoral.

En los próximos días retomaré esta crónica en la que al final y como siempre, cuando de asesores se trata, los que pierden son los candidatos, no ellos.

Retales

• 1. Diamante. Tras el encuentro Miguel Ángel Mancera-López Obrador en un partido de beis, el PRD salió a poner en duda la lealtad partidista del jefe de Gobierno, que no tiene partido, como si la lealtad fuera una prenda del perredismo;
• 2. Gobernador. El domingo se hará la declaración de Francisco Vega como gobernador electo de Baja California, con lo que el PAN, con su quinto gobierno, abarcará 30 años de panismo en esa entidad; y
• 3. Minutas. Hay una minuta sobre el control del endeudamiento de estados y municipios aprobada por el Senado, y un dictamen que los diputados están por aprobar. Mismo tema, diferentes protagonismos. 

Nos vemos el martes, pero en privado