El general en su laberinto

Contrario al protocolo político, el general Bibiano Villa declaró todavía en Torreón, donde había sido cuestionadísimo director de la policía, que el entonces gobernador electo de Quintana Roo, Roberto Borge, lo había invitado a formar parte de su gabinete.

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Contrario al protocolo político, el general Bibiano Villa declaró todavía en Torreón, donde había sido cuestionadísimo director de la policía, que el entonces gobernador electo de Quintana Roo, Roberto Borge, lo había invitado a formar parte de su gabinete.

Acuñador de frases repletas de candente polémica, como “si agarro un zeta lo mato, ¿para qué interrogarlo?” y “hay que echarle hue…” (al combate al narco), el general en retiro adelantó en Torreón, donde era director de Seguridad Pública, que fue llamado para trabajar en Quintana Roo. Al parecer nunca supo que, según la Constitución de este estado, se requería al menos cinco años de residencia para acceder a un cargo como el de secretario.

Y nunca lo supo, porque la Legislatura asumió una expedita reforma para sufragar ese “bache” que al sobrino nieto de Pancho Villa le impediría asumir el delicado encargo donde ha permanecido desde entonces.

Pero antes de llegar ya era noticia el polémico general: la policía local interceptó un grupo de personas armadas en un retén, mismos que dijeron ser colaboradores del General y que venían a sumarse a su trabajo. Parafernálico, comenzó a aparecer en los medios de comunicación promocionado por alguna periodista con la que luego se distanció; obtuvo para sí un programa de radio donde repetitivamente expresaba sus buenos deseos, nada de estrategia, nada de proyectos, nada de programas, solo frases sobadas y sus reiterada presunción sobre la debilidad de las mujeres por él y viceversa.

Finalmente, en un sonado y nebuloso operativo de televisión, en una presunta persecución de un maleante fronterizo, sus escoltas acribillaron a un elemento de la policía estatal –evento aún no aclarado del todo– y que el propio titular de Seguridad Pública ayudó a enredar más al contar una fantasiosa historia que casi luego luego fue desmentida por el propio secretario de Gobierno, Luis González Flores, y el procurador de Justicia del estado, Gaspar Armando García Torres. Incluso, su programa de radio, donde contó la fantasía, fue suspendido desde entonces.

Pero ha cambiado en verdad el gobierno federal en esta nueva era del Partido Revolucionario Institucional? ¿Existe aún compromiso ineludible con el general Bibiano? ¿De qué tamaño es entonces tal compromiso? La estrategia del presidente Enrique Peña Nieto contra la delincuencia y la violencia extendida por doquier ha cambiado radicalmente. ¿Cambiará asimismo el mecanismo que había incrustado miembros del Ejército en las policías locales? El tiempo en breve nos lo dirá, a fin de cuentas.

Frases de Karen

Sin conocerte ya te soñaba. Cuando te conocí solo le puse rostro a mi sueño.

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