Si la historia es la misma, ¿por qué nos la cuentan diferente? Florestán

Hoy a las 2 de la tarde, el mundo, que gira sobre su eje, comenzará a rodar con el inicio de la vigésima edición del campeonato mundial de futbol, como ocurre cada cuatro años.

No hay otro evento igual, ni siquiera los Juegos Olímpicos, que sintonice, vía televisión, a la mitad de la humanidad (se calcula una teleaudiencia de tres mil 500 millones de personas), y que cautive a la otra mitad que no lo pueda seguir en vivo.

No dejan de tener razón, en México, quienes en el Congreso apuntan que el Mundial es un distractor, que lo es, pero no al punto de trastocar el ejercicio legislativo. No obstante eso, hay quienes han llevado el punto al terreno del absurdo y del lugar común al afirmar que se trata de una cortina de humo para aprobar las reformas a espaldas del pueblo, claro.

De los mundiales, el más insultante fue el de Argentina en 1978, bajo la dictadura del general Videla, al que la FIFA, siempre bajo sospecha, entregó a los militares para lavarles la cara, a lo que el pueblo argentino coreaba: Argentina campeón, Videla al paredón.

Lo primero se cumplió, como había ordenado y orquestado el golpista, cuando Argentina anotó a Perú los seis sospechosos goles que necesitaba para pasar a la final que le ganaría a Holanda.

A partir de allí, la FIFA, entonces bajo el mandato de Joao Havelange, al final procesado por cargos de corrupción, entró en un mercado donde el valor lo daba el dinero, como fueron los casos de Rusia y Qatar, como ahora se comienza a documentar, al punto, que sus principales patrocinadores se han sumado a la exigencia de la investigación por los presuntos sobornos para dar las sedes.

Pero ese es el futbol de pantalón largo y de los intereses comerciales.

Yo me quedo con el futbol-futbol, el de la cancha, el del balón, el de los héroes deportivos, el de las figuras, el de la pasión que estalla cuando la pelota rueda, cuando toca las redes.

Ese es el mejor de los futboles, el que enloquece al mundo.

retales

1. Liga. El PAN da los últimos estirones a la liga política, vendiendo caro su voto para las secundarias de su reforma energética, porque saben que, una vez aprobada, habrá nuevo juego;

2. Mundial. Se habló de una invitación al presidente Peña Nieto para asistir a la inauguración del Mundial, pero está claro que no vendrá, ni siquiera a los juegos de México. Eso sí, mañana se pondrá la corbata verde; y

3. Consorcio. Ya dio su opinión la Asamblea Legislativa sobre las responsabilidades en la Línea 12, y apunta al consorcio ICA-Carso-Alstom. ¿Y la responsabilidad en la renta a las española CAF por mil 600 millones de dólares de 30 trenes a pesar de que se estrenó solo con 19? ¿Y los 100 millones de pesos que ha costado el transporte en autobuses de RTP para 435 mil afectados al día?

Nos vemos mañana, pero en privado.