Tiro lo tiro lo tiro liro liro lo… un claro ejemplo del sacrificio que tienen que hacer los grandes corporativos con tal de no perder el negocio infinito del Mundial. En un golpe de timón más obvio que la desaparición a los impuestos a las colegiaturas, el equipo América lo cede todo a la selección nacional: el técnico, los jugadores y sus directivos, con tal de sacar el triunfo en Nueva Zelanda, abandonando prácticamente sus aspiraciones bicampeonas porque, como bien se sabe, “La patria es primero”.

En vez de tirar el cadáver al río para mirar cómo se hundía, decidieron darle respiración artificial y resucitarlo a pesar de que el Tri no merecería más que la extremaunción. El negocio del futbol es demasiado importante para dejarlo en manos de los aficionados y los futbolistas.

Mientras tanto y frente al desastre pambolero el oportunismo se ha volcado sobre los niños triquis del equipo de basquetbol.

La caída del señor Vucetich para que llegara en su lugar el culto Piojo Herrera es la típica cortina de humo tras la que se oculta el bochornoso asedio de la reforma hacendaria contra la comida chatarra, los chocolates y el nuevo villano favorito de la corrección política, el azúcar, baluartes de nuestra civilización. Eso y las croquetas de la mascotería. Incluida la falacia de que con esta reforma pagarán más los que más tienen. Sí, ajá. Para eso tienen su jauría de cabilderos.

Yo digo que por cada pase mal dado, por cada cambio idiota, por cada penal fallado y estrategia chafa, Compeán nos pague el IVA.

CIRO

Cuando llegué a MILENIO en calidad de perfecto desconocido, a finales de 1999, fue Ciro Gómez Leyva de los primeros en darme apoyo y aliento. Primero dudó de mi existencia por la naturaleza exuberante de mi nombre, como es lógico, y luego me fue empujando hacia toda clase de aventuras periodísticas: la crónica de masas, su programa de radio, sacó mi columna de la penúltima página del diario para anclarla en el sitio de privilegio por encima de mis reticencias, me llevó a MILENIO Televisión a pesar de tener tanta experiencia en el rubro como en la física nuclear. Todo debidamente aderezado con grandes diferencias en casi todos los temas, incluyendo el futbol.

Recuerdo los días difíciles del chiquihuitazo en el Canal 40, cuando bajabas las escaleras de caracol con ese enorme abrigo negro y te decía que era como de la KGB.

Abrazos fuertes, Ciro, que te vaya a toda ma...