El proceso 2013, con rancheras y quebraditas

El ritmo de las fiestas decembrinas dio un respiro a las vicisitudes pasadas a lo largo del año que se fue, dando paso a este que comienza, lleno de buenos augurios, esperanza y prosperidad.

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El ritmo de las fiestas decembrinas dio un respiro a las vicisitudes pasadas a lo largo del año que se fue, dando paso a este que comienza, lleno de buenos augurios, esperanza y prosperidad.
 
Una pausa en la actividad para enviar un mensaje de buenos deseos a cada uno de los que nos prefieren con su lectura. Apenas a un mes después de la transición de poderes del nuevo gobierno de México, con el triunfo del PRI con Enrique Peña Nieto contra los dos principales partidos del país, PAN y PRD, parece estar en su mejor momento en el contexto social, en un buen clima para recibir el año 2013. En Quintana Roo están previstas en este año elecciones intermedias que se realizarán en los próximos meses –a mitad del año– para las nuevas expansiones en las 10 administraciones municipales y en el Congreso del Estado, donde se abrirá una nueva oportunidad para el cambio.
 
Así, los institutos políticos se enfrentarán en un desafío electoral en una nueva era política que apenas comienza. Tras la señal alargada en los medios de diputados de la actual Legislatura local, pues se disponen a separarse del cargo para iniciar lo que les permita un espacio en el sendero político próximo buscando su candidatura para la titularidad del bailío que corresponda.
 
Y otros también a tratarán de agregarse como candidatos a presidentes municipales en los ayuntamientos y como diputados en la nueva Legislatura, luego de haber buscado su propio espacio conquistado por alguna candidatura independiente.
 
Aunque muchas miradas apuntan a candidatos ciudadanos –a los que se alojará por primera vez en el proceso electoral 2013–, en un estilo propio del estado de Quintana Roo, previsto como un mejor lugar fuera de los arenales de los partidos políticos.
 
En su entrada el año nuevo que, por lo demás, ha de ser estelar, porque la recuperación de los derechos ciudadanos se hará sentir en la afirmación de las libertades. Y no habrá  envalentonamiento antagónico posible que pueda contra la voluntad ciudadana, que no renunciará a su integración en la historia democrática de Quintana Roo.
 
Las fuerzas opositoras, deben saber su rol en este trance de la vida democrática en la entidad. Que se ahogan ahora de impaciencia por saber la respuesta de la SCJN por la impugnación de anticonstitucionalidad por las candidaturas independientes, que por ahí por ahí piden sean encarcelados los diputados responsables por dar el aval legislativo, aunque estén inmersos también sus propios correligionarios, los cuales votaron a favor.
 
Y así muy ufanos, los tildes nacionales y locales del PAN y PRD han salido frente a los medios de comunicación anunciando tal viso de fatalidad, por lo que han hecho las impugnaciones a un mismo ritmo para tratar de propiciar la desgracia democrática en el estado ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que raya en lo inaudito.
 
Ser candidato libre ya es una condición que ahora existe, porque hay una actitud de los ciudadanos de vivir dentro de un marco de legalidad constitucional, con equidad y democracia.
 
Por lo que con la ambición de esos entes opositores no hallan qué hacer porque están tratando de cercar la libertad ciudadana, y no temen que por ello se les condene en las urnas, y así cobre acuse de recibo la ciudadanía entonces con la actitud de respuesta a la hora de emitir el sufragio ante un mal estado emocional, contrariando, nomás por contrariar, al régimen actual, y por tratar de desconocer o coartar un mandato constitucional.
 
Hay experiencias en estos años últimos años del desenfreno personalista antagónico. El clima descompuesto que se ha vivido bajo la tolda opositora obliga a los diversos sectores  democráticos a la unión responsable.
 
Y sirva el proceso en ciernes para demostrar lo mejor de la política, para mostrar lo ejercido durante los recientes años en pro del pueblo.

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